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Desaparecida el 8 de diciembre
La doctora química doña Ester Ballestrino de Careaga (foto) nació en Encarnación, el 20 de enero de 1918, hace poco más de un siglo.
Estudió magisterio en su ciudad natal, y en Asunción se graduó de Química Farmacéutica y doctora en Química.
Trabajó en el Hospital Barrio Obrero y fue funcionaria del Departamento de Química del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Fue una de las fundadoras del Movimiento Femenino del Paraguay y presidenta de la Asociación de Maestros del Paraguay.
Activista política en las filas del febrerismo, conoció el exilio en 1947. Luego del golpe de Estado que derrocó a la presidenta Isabel Perón, varios familiares suyos fueron desaparecidos. Fue una de las fundadoras de la organización Madres de la Plaza de Mayo.
Los militares argentinos la detuvieron y la “desaparecieron” el 8 de diciembre de 1977, hace 42 años.
Para cortar
Aun en la actualidad es corriente ver entre la gente de campo, especialmente entre los peones de estancias, grandes cuchillos llevados en la cintura. Antiguamente, algunos tipos de cuchillos de uso común eran:
• El caronero, cuchillo grande de hasta 80 cm de hoja. Se lo llevaba entre la carona del recado, de ahí su nombre.
• El facón, de unos 30 cm de hoja y filo a ambos lados.
• El cuchillo sustituyó al facón y tiene un solo filo.
• El verijero, un cuchillito de pequeñas dimensiones, se lo usaba para castraciones y otras tareas que no podían hacerse con una hoja mayor.
La carbonería
En una de las esquinas de Antequera y 25 de Mayo, frente a la Plaza Uruguaya, antiguamente existía una gran carbonería, de donde, allá por 1875, se surtía parte de la población de la ciudad capital, cuyos límites urbanos llegaban a pocas cuadras al este y al sur.
Alrededor del establecimiento existía una veintena de casillas de mala muerte donde se ubicaban los revendedores. Esta popular carbonería desapareció hacia 1906.
Provincia de antaño
Según don Francisco de Paula Sanz, funcionario español que visitó el Paraguay hacia 1778, la provincia estaba “dividida en capillas, parroquias o pequeñas poblaciones, y de pueblos de indios y mulatos”. El mencionado cronista también nos cuenta que “estos valles o poblaciones se subdividen en varios pagos que acuden a misa a la capilla o parroquia donde pertenecen”.
La radio en el Paraguay
Si bien ya en 1912 comenzaron a funcionar transmisores de carácter militar, los primeros en instalar estaciones transmisores particulares fueron Ernesto Stricker, en San Bernardino, y Alfonso Sá, en Asunción. Posteriormente se constituyó el Radio Club Paraguayo, que emitía transmisiones abiertas y, en 1924, la firma Aldaz, Martínez & Cía., instaló la R.P.X.1.
En 1937, la Convención Radiotelegráfica de Washington le asignó al Paraguay las características para las estaciones de radio en funcionamiento en el país y, dos años después, se inició la actividad radial comercial con la instalación en Asunción de la estación radial ZP1 Radio El País, de Artaza Hnos.
Poco después surgieron otras, como la ZP3, ZP4, ZP5, ZP6, ZP9 –la más potente entonces– y las de Villa Rica y Encarnación. Luego fueron creadas las estaciones de radio Charitas, Teleco, ZP1 y ZPA1 Radio Nacional del Paraguay, radio Stentor, etc.
Dato curioso: en la radiofonía paraguaya nunca existió una emisora con la característica de ZP2, pues ninguna quiso ser Zeta Pedos.