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“¿Por qué no hacemos una foto acá enfrente y listo?”. Así resolvieron Los Beatles la tapa de su último álbum grabado, lanzado un 26 de setiembre de 1969. Así, una mañana de agosto de ese año, la foto se tomó en la esquina del lugar donde hicieron casi todas sus grabaciones, el EMI Studios, llamado así en aquel entonces y luego convertido en Abbey Road Studios, precisamente luego de que Los Beatles pusieran el nombre de la calle donde está ubicado el edificio, a ese nuevo disco.
El edificio
Al bajar en la estación de Saint John’s Wood, uno debe caminar unas cuatro cuadras por Grove End Road hasta llegar a la esquina con la calle Abbey Road. Allí ya se encontrará con quienes fueron a cumplir el rito: Cruzar la franja peatonal y tomarse la foto.
A media cuadra está el estudio. El inmueble de dos plantas fue inaugurado en 1931 destinado especialmente a ser un estudio de grabación. En más de ochenta años no fueron solo los Cuatro de Liverpool quienes grabaron en este lugar. Gran parte de la historia de la música del siglo XX fue registrada en Abbey Road, desde aquellas grabaciones dirigidas por sir Edward Elgar, con un casi niño Yehudin Menuhin como violinista solista, hasta la banda musical de grandes clásicos del cine, pasando por Glenn Miller, Pink Floyd, Cliff Richards, The Cure, Alan Parsons Project, Coldplay, Foo Fighters, Enya, Stevie Wonder, Martha Argerich, Daniel Barenboim y tantos otros.
El año pasado, en ocasión de grabarse allí el álbum “Aguije”, de Enrique Hellmers, tuvimos la oportunidad de estar en dicho lugar histórico, un edificio de apariencia modesta pero que impresiona desde su sencillez por la rica historia que encierra. El día que llegamos un enorme camión se encontraba estacionado enfrente. Tenía la inscripción “Royal Philarmonic Orchestra”. Era el transporte de los instrumentos de dicha agrupación que estaba ocupando el estudio 1, el que se utiliza para las grandes orquestaciones. Allí estaba el director argentino Jorge Calandrelli, uno de los orquestadores más prestigiosos del mundo, grabando con la Royal Philarmonic.
Pero vamos por orden. En la recepción había un gran banner que decía “Bienvenido Nile Rodgers”. Es que el famoso guitarrista y líder de Chic es el actual jefe creativo del estudio y en esos días estaba ocupando su nueva función. Luego, en el pasillo están puestas las antiguas consolas de grabación, como si fuera un museo, y las paredes están adornadas con fotografías de los artistas que grabaron allí. A la mano izquierda de este pasillo está el gran estudio 3, y a la izquierda el 2, el más famoso de todos. Tiene dos accesos, uno que va directamente a la sala, y otro al que se accede por el piso superior. Se ingresa por la cabina de grabación. En la cabina hay un gran ventanal que permite ver abajo a los músicos. Una escalera dentro del estudio conecta directamente a la cabina.
El estudio 3 está ubicado en el piso superior. Aunque es más pequeño, también tiene su historia. Mientras Los Beatles grababan en el 2 “Sgt Peppers”, Pink Floyd registraba en el 3 su primer álbum, “The Piper at the Gates of Dawn”, por ejemplo. A estos tres estudios tradicionales se han sumado otros más pequeños, distribuidos en rincones del edificio.
Pero es el 2 el más emblemático, con su techo alto y su característico color marfil, con paneles acústicos de marrón claro. Muy poco ha cambiado este espacio desde la época en que Lennon, Harrison, McCartney y Starr grababan en este lugar. La cabina de comando sí tiene consolas de última tecnología, pero entrar al recinto de grabación es como retroceder en la máquina del tiempo. En el momento en que estuvimos allí había una serie de instrumentos, entre ellos, un viejo órgano Hammond, con su amplificador Leslie, y un piano Steinway, que varias veces usó Paul McCartney.
En el subsuelo está ubicado la cafetería. Por supuesto, en sus paredes vemos algunas fotos tomadas allí, entre ellas a George Martin junto con los Fab Four, en una pausa de las grabaciones. En el pasillo de acceso de este lugar hay afiches de las películas cuyas bandas musicales se grabaron aquí, como las de las sagas “Star Wars” y “El señor de los anillos”.
En la vivienda de al lado está ubicada la tienda, constantemente visitada por quienes quieren adquirir algún recuerdo de haber estado allí. Luego de tomarse la foto en la famosa franja peatonal hay que comprar alguna taza, remera, algún disco de Los Beatles o cualquier “recuerdito” de dicho lugar.
La muralla de Abbey Road está llena de grafitis de quienes quieren dejar su estampa de haber estado allí. En el día en que llegamos ya no había un espacio para garabatear, pero a la mañana siguiente la muralla estaba flamantemente blanca, y a la noche ya había unas cuantas firmas.
La foto
En la famosa foto de Ian McMillan puede apreciarse la muralla del estudio, que es la blanca con rejas que está a la izquierda. Las tres personas que miran a Los Beatles cruzar están paradas a la altura donde está la actual tienda de souvenirs. Ellas eran unos empleados del estudio que salieron a ver la sesión de fotos. El otro señor que mira desde la otra vereda es un turista norteamericano, Paul Cole, a quien le llamó la atención ese grupo de estrafalarios que cruzaban la calle quitándose fotos. Unos meses después se sorprendió al verse en el disco que su esposa acababa de comprar.
Paul McCartney, que vivía allí cerca, vino en sandalias y resolvió quitárselas para posar en la foto. Que esté descalzo es una de las pruebas que esgrimían los que decían que el beatle ya estaba muerto, pues, supuestamente, los pies descalzos en una foto es un símbolo de la mafia que indica fallecimiento. Completaba la teoría la manera en que cada uno estaba vestido: Lennon, de blanco, como un predicador; Ringo, de negro, es el que lleva el cajón; y George, con ropa de trabajo, es el sepulturero. El escarabajo que está estacionado allí tiene en su chapa el número 28 más las letras IF. Eso significaría que McCartney tendría 28 años si (if, en inglés) viviera. Finalmente, el auto de la policía es del oficial que vino a reportar el accidente de tránsito en el que murió McCartney.
Todas tonterías. La camioneta de la policía está allí para detener el tráfico mientras Los Beatles se toman la foto. Y todo lo otro son elucubraciones de gente que no tiene nada que hacer. Eso sí, si McCartney murió en 1966, el que lo reemplazó compuso varias de las mejores canciones de Los Beatles. Ocupó demasiado bien su lugar el “supuesto farsante”.
El álbum
Finalmente, nos queda el gran álbum que es “Abbey Road”, uno de los mejores de la historia del rock. Luego de la pelea que fue grabar “Let It Be”, Los Beatles decidieron dejar de lado sus rencillas y hacer un disco poderoso que finalmente incluyó grandes temas como “Oh Darling”, “I Want You”, “Something”, “Here Comes the Sun” y el increíble medley del lado 2 que comprende “Golden Slumbers”, “She came in through the backdoor window” y, finalmente, “The End”, que en sus últimos versos dice: En el fin/ El amor que tomas/ Es igual al amor que haces”, la mejor despedida que podría haber hecho el cuarteto de Liverpool.
Pero habría más cosas que podrían haber hecho, como revela esa grabación que fue difundida hace unos días y que registró una reunión que tuvieron Los Beatles luego de la salida de “Abbey Road”, en la que están hablando sobre las canciones que pondrán en el disco siguiente. Pero en diciembre de ese 1969 Lennon decidirá salir del grupo y en abril de 1970 McCartney anunciaría la separación definitiva del cuarteto. El sueño beatle se había acabado... pero comenzarían otros.
Texto y fotos Sergio Ferreira sferreira@abc.com.py