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Pocos días antes se realizaron los primeros allanamientos a empresas vinculadas a Sweid por un caso de supuesto lavado de dinero.
En ese entonces también reconoció ser amigo de Juan Carlos Duarte, abogado de Sweid y quien fuera fiscal en Ciudad del Este.
Ayer, el discurso cambió. Luego de que salieran a la luz documentos que revelan la forma en la que operaba el esquema encabezado por Walid Amine Sweid y Ricardo Galeano Fariña, el actual vicepresidente de la República decidió darles la espalda.
“Sencillo. No son amigos míos. El señor Walid Sweid es amigo de unos amigos. Lo conozco, pero no es mi amigo. Conozco a Ricardo Galeano, pero no tengo vínculo laboral ni de amistad”, sentenció ante las consultas.
“Yo no tengo ninguna relación ni de amistad, ni laboral, ni comercial. Walid Sweid nunca dijo que es amigo mío”, insistió el presidente en ejercicio.
Sostuvo que su nombre no va a saltar nunca en la investigación que pesa sobre Sweid y sus socios comerciales porque él nada tiene que ver con el esquema.
“Walid nunca dijo que es amigo mío; al contrario, a él le dicen que yo dije que era amigo mío y tampoco es cierto”, insistió el vicepresidente.
Negó ser amigo de Juan Carlos Sosa, otro de los socios comerciales de Sweid, aunque reconoció su amistad con Juan Carlos Duarte, abogado de los investigados.
Solo “socios” del fútbol
En otro momento, reconoció que habitualmente jugaba fútbol con varios de los hoy investigados y que esos encuentros se realizaban habitualmente en una quinta que es propiedad de Walid Amine Sweid. Era una cancha que solíamos utilizar, pero había varios lugares donde solíamos compartir el fútbol”, acotó.
Explicó que él dejó la Fiscalía en 2006 o 2007 y que entre 2010 y 2011, cuando se inició esta investigación, ya era diputado nacional.
Aunque olvidó que él mismo, según sus expresiones encabezó procedimientos en los que retuvo cargamentos de supuesto contrabando de los hoy investigados por lavado y con quienes jugaba.