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Ayer, en horas de la tarde, se produjo el cambio de autoridades del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi). Rodolfo Aseretto, de vasta experiencia en temas de derechos humanos, reemplaza al cuestionado Darío Quesnel, quien soporta un proceso por venta irregular de tierras ancestrales de nativos chaqueños.
Aunque es cierto que Aseretto recién desembarca en estas oficinas, todavía no tiene muy claro qué hará en concreto para dar un corte definitivo a la situación que afecta a los mbya guaraní, quienes son los que se encuentran asentados en precarias tiendas en la zona de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Luque) y de la Terminal de Ómnibus y el Centro Regional de Educación (Ciudad del Este).
“A sabiendas de que la problemática no tiene solución, haremos hincapié en el problema de los menores indígenas sobre todo en lo referido a la prostitución y las drogas. Ya me llamaron de diversas instituciones para ayudar en ese tema. Con buenos asesores vamos a mejorar algo, no vamos a poder solucionar todo, pero algo vamos a empezar”, dijo ayer Aseretto.
Entretanto, pese a las insistentes llamadas a su predecesor en días anteriores a su destitución, no atendió ni devolvió las llamadas hechas a las oficinas del Indi.
“Seguro ahora los van a llevar a todos, les van a dar víveres y cuando se les termine volverán a lo mismo”, dijo Sofía Cardozo, vecina de Luque. Desde Ciudad del Este también llueven denuncias en contra de los nativos quienes han copado también el área recreativa del Centro Regional de Educación. Ni la Municipalidad, ni la Gobernación han movido un dedo para dar un corte definitivo al problema que ya lleva años sin resolverse.