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En una semana más, el Ministerio de Hacienda desembolsaría, a los principales partidos políticos, los últimos G. 10.000 millones en concepto de aporte estatal correspondiente al 2017. Este desembolso mantiene expectantes a los operadores, con miras a las internas del 17 de diciembre.
De esta manera, en los últimos tres años, la ANR habrá cobrado G. 45.010 millones; el PLRA, G. 32.386 millones y el Frente Guasu G. 9.081 millones (ver infografía), entre los partidos más importantes.
El monto global del aporte en los últimos tres años da un total de G. 110.419 millones, al cambio actual unos US$ 20 millones. Este monto cuesta un Congreso integrado a través de las listas sábana, con numerosos imputados.
El monto de US$ 20 millones equivale al costo que tuvo la Sede del Congreso en el 2003. También daría un auxilio al colapsado sistema de Salud que urge G. 70.000 millones para pagar medicamentos para enfermos de cáncer.
¿Cómo se calcula?
El aporte, que es pagado cada año con el dinero del contribuyente, es la manutención dada a los partidos y se obtiene calculando entre 5% y 15% del jornal mínimo por cada voto obtenido en elecciones generales. Tras el último reajuste salarial el jornal mínimo es de G. 78.505 y por ende cada voto representa G. 11.775.
Supuestamente los partidos no pueden usar este dinero para pagar sus campañas y el 30% debe ir destinado a captación y capacitación, cosa que en la realidad no ocurre.
Este rubro es totalmente diferente al “subsidio electoral” que teóricamente es la devolución del gasto de campaña, que pueda justificarse, calculando el 15% del jornal mínimo por cada voto en cargos plurinominales como senadores, diputados, juntas departamentales y municipales.
En las últimas elecciones municipales solo se repartió un total de G. 20.000 millones, indicaron fuente de la Justicia Electoral.
Ni desbloqueo ni control a internas
A la pésima calidad política en el Congreso y la falta de representación que siente la ciudadanía, se suma el acuerdo legislativo para impedir la fiscalización al financiamiento de las internas partidarias y el rechazo permanente al desbloqueo de listas sábana, que hubiera permitido escoger al candidato de la preferencia del elector de una nómina cerrada.
Sin embargo, los expertos electorales aseguran que la subvención estatal es necesaria en todas las democracias del mundo. Advierten que solo Bolivia y Venezuela se rigen por la manutención privada de partidos políticos, pero en el primer caso se está volviendo al sistema público.