Los ishir denuncian muerte de ocho paraguayos y acusan a Brasil

La comunidad indígena ishir de Fuerte Olimpo denuncia el asesinato o desaparición de ocho compatriotas en manos de militares o policías federales del Brasil, ocurrida en las últimas décadas, conforme aseguran.

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FUERTE OLIMPO, departamento de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal). Zulma Franco, líder ishir, dio ocho nombres –seis indígenas y dos latinos– de paraguayos que murieron o desaparecieron en manos de funcionarios de seguridad brasileños desde 1983. La denuncia fue hecha ante representantes de Cancillería, que visitaron esta ciudad, el miércoles último.

Aniceto Calonga, Vicente Martínez, Gerardo Ferreira, Lidio Balbuena, Rogelio Vera y Narciso Ferreira, todos de la comunidad ishir, son los nativos desaparecidos, mientras que los latinos son los hermanos Luis y Milciades Abente, ambos muertos por policías federales del Brasil en 1984, según el relato de Franco.

Conforme a la líder indígena, los federales brasileños ingresaron a territorio paraguayo cuando fueron muertos los hermanos Abente, cuyos cadáveres fueron recuperados por los familiares.

Los ishir vienen realizando protestas para pedir la liberación de Carlos González (39) y Carlos Franco (47), ambos miembros de su comunidad, presos en Puerto Murtinho (Brasil), desde el 16 de marzo pasado. Los indígenas aseguran que los compatriotas fueron detenidos en aguas paraguayas. En el Brasil se alega que los detenidos tenían armas. 

Franco culpó de los supuestos hechos de desaparición o muerte de los paraguayos a la prepotencia de los uniformados brasileños que, según enfatizó, permanentemente invaden nuestra soberanía ante el nulo control de nuestras fronteras.

La denuncia de los ishir fue realizada en la sede de la Municipalidad ante una comitiva de Cancillería encabezada por el director de asuntos consulares Juan Livieres. Los funcionarios llegaron desde Asunción para negociar con los ishir que liberen el río Paraguay, que estaban cerrando como protesta para exigir la libertad de sus miembros presos en Brasil. A pesar de esta grave denuncia realizada, Livieres lejos de lanzar una voz de protesta por los continuos atropellos a la soberanía paraguaya, se limitó a pedir a los presentes en la reunión un minuto de silencio en homenaje a los compatriotas muertos. Paraguay comparte con Brasil unos 500 km de agua en sus fronteras.

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