La desorganización caracterizó al evento

SANTA CRUZ (enviado especial). La Cumbre del G77+China, organizada por el Gobierno boliviano, se caracterizó por la desorganización. La delegación paraguaya fue una de las víctimas del caos que se generó desde el sábado en horas de la tarde, cuando varios jefes de Estado llegaron a Santa Cruz. El primer problema que enfrentó el grupo de funcionarios paraguayos fue momentos antes de arribo del presidente Horacio Cartes, cuando no se les dejó entrar al espigón presidencial del aeropuerto, donde un día antes se practicó el acto de recibimiento.

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Tras algunos minutos de discusión, los responsables de Protocolo de la Presidencia del Paraguay se retiraron luego de ser informados que a última hora se decidió que Cartes bajaría en la terminal principal.

Este cambio no fue informado a la Embajada paraguaya ni a los enlaces de la Cancillería boliviana. Otras delegaciones también tuvieron este problema.

Los efectivos de la Guardia Escolta Presidencial también la pasaron mal. La cápsula de seguridad, compuesta de media docena de vehículos en el que se desplazaba la delegación de nuestro país, no circulaba con tanta facilidad, pues muy pocos automovilistas respetaban la prioridad de paso en las intersecciones.

Otro momento de mucha tensión se vivió en el ingreso del presidente Cartes en el sitio de la Cumbre para la inauguración. La entrada al local estaba totalmente saturada y apenas ingresó la camioneta que trasladaba a Cartes, los efectivos bolivianos cerraron el portón dejando fuera a los custodios y otras autoridades del Gobierno que acompañaban al Mandatario.

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