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La Corte IDH “no hace rico a nadie”, dijo Villagra y deslizó que la intención de Arrom y Anuncio Martí, ambos procesados por el secuestro en el 2001 de María Edith Bordón de Debernardi, es obtener dinero dentro del caso elevado ante una instancia supranacional. “Jamás de los jamases va a haber una indemnización parecida”, enfatizó.
“La pretensión de US$ 50 millones es exagerada (...). Jamás nadie pidió esa suma”, agregó Villagra. Arrom y Martí, prófugos de la justicia paraguaya y refugiados en el Brasil desde el 2003, inicialmente pidieron una indemnización de US$ 63 millones por supuesta tortura, aunque el jueves último en la audiencia pública de la Corte IDH, realizada en San José de Costa Rica, Arrom solicitó solo para él US$ 50 millones.
Villagra detalló que las denuncias que van a la Corte son más bien para sentar precedentes a modo de ejemplo, para que nunca más vuelvan a ocurrir y lo máximo que dio el organismo fue US$ 300.000 en un caso de persona muerta en tortura. También indicó que la audiencia del jueves en San José sirvió para deducir que se secuestró a Arrom y Martí y que “se les quiso sacar dinero y se les pegó”.