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Añadió que ellos ingresaron a la propiedad porque “creían que había drogas” en el recinto y que fueron violentos.
“Mi sorpresa fue que cuando estaba frente a la casa y estaba de vuelta para retomar la ruta vinieron dos camionetas negras a gran velocidad y sin chapa por un camino feo. En ese momento, pensé que eran asaltantes, hice una maniobra de retroceso y como para ir a la casa para resguardarme”, afirmó.
“Cuando maniobré, abrieron fuego contra mi camioneta e hice malabarismos para evitar las balas. Más o menos 26 proyectiles impactaron en el vehículo y vi que le hirieron a mi hijo y mi nieta”, prosiguió.
“Me bajaron y me pegaron mucho; no me dejaron hablar. Luego se asustaron mucho al ver a mi señora con mi nieta malherida. Cuando se dieron cuenta de que ellos tenían la culpa le auxiliaron”, concluyó.