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Mediante llamativas maniobras judiciales, que estarían siendo instigadas por políticos colorados, una fundación de dudosa legitimidad se adueñó de una propiedad de 1.800 hectáreas, ubicadas en Santa Rita, departamento de Alto Paraná.
Las tierras fueron adquiridas en 1972 por Francis Perier, un inversor de origen francés que se dedicaba al rubro inmobiliario y que decidió afincarse en Paraguay.
El dueño de la propiedad falleció en el año 2011 y un grupo cuya cara visible es la fundación creada por él en el 2001, y que por mucho tiempo fue presidida por su tractorista Eduardo Bertinat, pretende quedarse con el inmueble, valuado hoy en 36 millones de dólares.
Tras la muerte de Francis Perier, la fundación, con Bertinat a la cabeza, alquiló anualmente las tierras para cultivo de granos. Según los datos, en los últimos cuatro años habrían logrado recaudar en dicho concepto unos 1.800.000 dólares y se desconoce el destino de ese dinero.
Ante esta situación, y ya iniciado el proceso de sucesión, en el 2015 los herederos: Luciano, Francisca y Mercedes Perier, solicitaron y obtuvieron una medida judicial firmada por el juez Mario Aguayo, de prohibición de contratar e innovar sobre la propiedad, contra la Fundación Perier.
Los dueños del extenso terreno, con el documento en mano, alquilaron la propiedad al productor Honorio Guntzel, quien cultivó soja en el lugar.
Sin embargo, a inicios de abril último, ignorando la medida judicial anterior expedida contra la fundación, el juez Rafael Jacobo, de Santa Rita –quien tendría el respaldo del senador colorado Óscar González
Daher– ordenó al productor Guntzel a entregar a la Fundación Perier “la cantidad de 3.000 toneladas métricas de soja o en su equivalente a la suma de US$ 825.000”. En el Poder Judicial se menciona insistentemente la intervención del abogado Rodrigo Estigarribia, defensor de González Daher, en el caso, aunque quien lleva adelante el proceso es la abogada Paola Horita.
Para favorecer a la fundación, el magistrado no solo ignoró una medida judicial anterior sino que tuvo en cuenta un contrato de alquiler sin firma e ignoró el acuerdo entre los verdaderos propietarios y el inversor.
Con la orden del magistrado Jacobo, el presidente de la fundación, Eduardo Bertinat, en compañía de otros miembros del equipo entre quienes se encuentran su yerno Agustín Portillo (quien funge de tesorero de la fundación), y el concejal municipal colorado de Santa Rosa del Monday Melanio Bogarín, procedieron a cosechar la soja de la propiedad.
Según relató uno de los dueños de las tierras, Luciano Perier, el producto ni siquiera está todavía en condiciones de cosecha. Aun así, a estas alturas ya fueron depositadas en un silo de la zona, granos de soja por US$ 600.000, causando de esta manera cuantiosos daños económicos al productor inquilino de las tierras.
La cosecha se hace con maquinaria de la empresa Agrosato, vinculada a otro miembro de la fundación, Ildefonso Horita Inowe, padre de la abogada que lleva el caso.
Una dotación de la policía especializada del Alto Paraná custodia los trabajos de cosecha que se llevan adelante en la propiedad.
Apartado de la Fundación
Luciano Perier, uno de los propietarios de las tierras, manifestó que su padre, Francis Perier, unos meses antes de su muerte en el 2011 destituyó de la presidencia de la Fundación a Eduardo Bertinat.
En su lugar nombró a una de sus hijas, Mercedes Perier, por lo que Ernesto Bertinat mal puede en estos momentos presentarse como titular de la Fundación.
En el expediente judicial figuran varios pedidos de informe sobre la existencia o legitimidad de la Fundación, realizados a organismos competentes por el juez Mario Aguayo.
No se encontraron registros.