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De acuerdo a publicaciones periodísticas, un equipo de expertos de la República de Corea aseguró que en 60 días pueden demostrar que el lago Ypacaraí es recuperable.
Los especialistas llegaron al país gracias a gestiones realizadas por la Gobernación del departamento Central; son técnicos de la empresa BKT y Worcom Co. Ltd.
El proyecto piloto consiste en establecer un área de 300 metros de largo por 70 metros de ancho, superficie que será dividida en zonas utilizando membranas.
El gobernador Blas Lanzoni no ocultó su convicción de que los expertos coreanos tendrán éxito en su tarea.
Surge una pregunta clave: ¿cuanto tiempo permanecerá limpia el agua en el espacio protegido con membranas?
No existen soluciones mágicas para el lago Ypacaraí, a todo nos encantaría que la solución sea rápida y poco costosa. Sin duda alguna sería estupendo poder disfrutar nuevamente del lago y las ciudades que lo rodean.
La verdad es otra
La tolerancia y complicidad colectiva en la destrucción del lago nos llevó al atolladero actual: es un espejo de agua sucio, contaminado.
Estas características convirtieron al lago Ypacaraí en un riesgo para la salud y en un pésimo negocio para el verano.
Mientras se siga tirando basura, desechos químicos y cloacas, el lago Ypacaraí no tiene posibilidades de sobrevivir.
Ninguno de los municipios está dispuesto a invertir en el tratamiento de residuos cloacales, todos prefieren seguir en la misma senda. Se necesita mucho dinero y en definitiva la solución se puede buscar dentro de cinco años, cuando otra administración asuma la administración del municipio.
La Comuna de San Bernardino está desesperada porque vive del lago y las actividades del verano, a los restantes municipios ni les interesa el problema, menos aún invertir en la solución.
Las curtiembres siguen funcionando sin mayores tropiezos, tirando todos los días desechos altamente tóxicos al lago.
En estas condiciones no hay solución posible para el lago y lo único que nos resta es especular el momento en que vendrá el colapso.
¿Quién controla a quién?
La Dirección de Recursos Hídricos de la Secretaría del Ambiente es responsable de evaluar aquellos proyectos que tienen impacto en los cursos de agua.
Esta dirección tiene un solo funcionario. Un solo técnico es responsable a nivel país de estudiar las consecuencias en nuestros ríos, arroyos y esteros.
De más está decir que es absolutamente imposible que cumpla a cabalidad su función.
Otro tanto podemos decir de la Dirección de Fiscalización que tiene la función de verificar aquellos programas que disponen de la licencia ambiental: dos camionetas para recorrer todo el Paraguay.
La Dirección de Recursos Naturales tiene en este momento unos 7.000 expedientes que deben ser evaluados por 20 técnicos. Humanamente es imposible hacerlo en un tiempo razonable.
Esta descripción somera de las capacidades de la Secretaría del Ambiente reflejan una institución débil e imposibilitada de cumplir el rol que se espera de ella.
Nuestro país, en realidad, es uno de los pocos en la región que no cuenta con un Ministerio del Ambiente. Ahora un decreto del Poder Ejecutivo la debilita aún más.
roque@abc.com.py