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Parte del informe Sachs dedica un capítulo especial a este tema. A manera de cuestionamiento hacia el plan se preguntó: ¿Generará ingresos suficientes al país?; ¿cubrirá sus costos de energía eléctrica?; ¿traerá beneficios a la población, tendrá un efecto derrame?
Y prosiguió con sus dudas al respecto preguntando si los términos de las negociaciones que se vienen llevando a cabo son los adecuados, si es ambientalmente seguro para el país, recordando que las fundidoras de aluminio no son las mejores en esta materia en todo el mundo. “Porque no es conveniente que el Paraguay se convierta en un lugar de desecho de aluminio que será para el Brasil”, puntualizó.
Experiencias similares
Recordó que tuvo la oportunidad de ver experiencias similares en otros lugares, citando el caso concreto de Mozambique, donde no se reflejó en beneficios para la población.
A su criterio, la electricidad puede ser mejor utilizada a nivel interno o vendida a un mejor precio al Brasil, lo cual podría resultar más redituable.
Rio Tinto Alcan inició negociaciones con el gobierno de Fernando Lugo y prosiguió con el de Federico Franco. Apuesta a invertir en el país unos US$ 4.000 millones de dólares. Hace algunos meses se firmó un primer preacuerdo.