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El informe de Contraloría habla de que se detectaron posibles irregularidades y desprolijidades en la gestión entre el 2011 y 2012, etapa en la que se dio el traspaso de mando tras la destitución de Fernando Lugo, por lo que Talavera solicitó se diferencien ambos periodos y precisar que en su gestión no se detectaron posibles delitos.
Hay que aclarar que desde que asumo el cargo “no hay desvío de fondos, sino más bien irregularidades u observaciones”, cuestiones que hay que mejorar para optimizar la gestión de los recursos, pero no hay daño patrimonial”, dijo.
Remarcó que ella no tuvo ninguna relación con el periodo de Lugo, en que sí se tiene “indicio de irregularidades como presumible hecho punible”. Agregó que no pudo hacer su descargo ante la Contraloría porque, por un error no se le remitió la nota, pero que desde julio del 2012 al mismo mes del 2013 ella solicitó y recibió el acompañamiento de la Contraloría mediante auditoría permanente.