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El secretario de la Administración Federal de Impuestos de Brasil, Carlos Alberto Barreto, explicó en declaraciones a periodistas que la medida no puede entrar en vigor por el momento debido a que aún tiene que ser reglamentada y que no hay previsión de cuándo podrá ser aplicada.
Según un decreto publicado en la víspera en el Diario Oficial de la Unión, el valor límite de compras que los brasileños pueden hacer en países vecinos sin pagar impuestos de importación sobre las mismas a la hora de atravesar la frontera terrestre bajará desde los actuales 300 dólares hasta 150 dólares cuando la medida entre en vigor.
Jurídicamente la medida entraría en vigencia inmediatamente con su publicación en el diario oficial, pero Barreto aclaró que aún no ha sido reglamentada.
La medida solo se aplica a los bienes que entren a Brasil por tierra o por río, por lo que afecta tan solo a los países limítrofes y excluye a los turistas que viajan en avión, a los que se mantuvo un límite de 500 dólares en compras sin impuestos.
La senadora brasileña Gleisi Hoffman anunció en Asunción que la reducción del límite de compras en los país fronterizos sin declarar finalmente no entrará en vigencia, debido a que no se encontró “respaldo en la realidad”. La parlamentaria se reunió ayer a la mañana con el presidente paraguayo, Horacio Cartes, en Palacio de López.
El presidente de la Cámara de Comercio de Ciudad del Este, Mohamad Mannah, y la intendenta Sandra McLeod de Zacarías (ANR) se reunieron ayer con el prefeito de Foz de Yguazú, Reni Pereira, para analizar el tema, pero fueron comunicados de que la medida fue suspendida.
Después del anuncio de la reducción de la cota libre de impuestos máximo para las compras en el extranjero de US$ 300 a US$ 150, el Gobierno del Brasil suspendió la decisión ayer. Por lo tanto, los turistas que viajan al extranjero y regresan a territorio brasileño vía terrestre estarán sujetos, al menos, hasta el final del año al pago de impuestos si sus compras exceden los US$ 300.
Alivio en el Este
La suspensión de la medida representa un alivio para el comercio fronterizo, principalmente, en el lado paraguayo. La intendenta McLeod dijo que si se reducía a US$ 150, el comercio esteño volvería a pasar por un mal momento, ya que se generaría desempleo. Mencionó que no podían permitir que eso ocurra. La medida hubiese golpeado al comercio de ciudades paraguayas fronterizas, como Ciudad del Este, Salto del Guairá y Pedro Juan Caballero, que reciben muchos compradores brasileños.