Cargando...
La fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez Astigarraga, pisoteó su propia palabra para favorecer al jefe de su amiga cercana. Así lo reveló Federico González, ministro asesor de asuntos internacionales de la Presidencia de la República.
González dijo el viernes que fue la mismísima fiscala general quien solicitó que el empresario Saber Karim Salum Penayo, quien estaba entre los más de 150 compatriotas que llegaron de Estados Unidos, no fuera enviado a un albergue para cumplir su cuarentena como cualquier ciudadano común.
Es que Salum Penayo no es un ciudadano común, sino que es el jefe de una amiga muy cercana de la titular del Ministerio Público.
De acuerdo a informes comerciales, Saber Karim Salum Penayo es vicepresidente ejecutivo de Fintech Inversiones. Él mismo publica estos datos en su perfil en la red social LinkedIn.
En la página web de la firma se detalla que tiene tres inversiones, que son el billetaje electrónico Jaha y las redes de pagos de servicios Pago Exprés y Aquí Pago. Aquí Pago es propiedad de Pronet SA, donde Salum Penayo es gerente general.
Irene Páez, amiga de la fiscala general del Estado Sandra Quiñónez, se desempeña como directora de Recursos Humanos en Pronet SA desde hace más de 20 años, según informes comerciales y de acuerdo a lo que ella misma publica en sus redes sociales.
Páez es cercana colaboradora de Salum Penayo en la empresa y también amiga muy próxima de toda la familia de la fiscala general Sandra Quiñónez, tal como hace alarde en redes sociales.
En su perfil de Facebook y en otras redes sociales, como en Instagram, se ven fotografías en las que posa con la titular del Ministerio Público en varios eventos sociales.
Páez no solo tiene fotos con la fiscala general sino también aparece en eventos sociales y cenas con Soledad Quiñónez, exfiscala que llegó a ser titular de la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac) durante el gobierno de Horacio Cartes.
También hay fotografías de Irene Páez junto a la fiscala general y a los padres de esta última.
Cartistas ya la defienden
Saber Karim es hermano de Osvaldo Gané Salum Penayo, uno de los cuatro gerentes principales del Grupo Cartes, conjunto empresarial del expresidente de la República, Horacio Manuel Cartes Jara. El expresidente Cartes fue quien nombró a Sandra Quiñónez como fiscala general y quien puso a su hermana, Soledad, como ministra Anticorrupción.
Casualmente, el sector cartista del Partido Colorado ya salió a defender públicamente a la fiscala general. Pedro Alliana, presidente de la Cámara de Diputados y de la ANR, uno de los hombres fuertes del cartismo, dijo ayer en su perfil en la red social Twitter que todo se trataba solo de “una guerra desatada” contra Quiñónez. “Quieren que armemos un juicio político por una historia inventada. Todo mi apoyo”, escribió.
Pisoteó su palabra
Dieciocho días. Estos fueron suficientes para que Sandra Quiñónez, fiscala general del Estado, pisotee su palabra. “A mí me duele cuando me llaman y me dicen: ¿Le podés liberar a mi chofer? ¿Le podés liberar a este? No, señores. Y no me llamen porque no van a ser liberados”, había dicho el 3 de abril último la fiscala general.
Pero dieciocho días después ya intervino para liberar a Salum Penayo.
La excusa presentada para que Salum, de 50 años, fuera enviado a su casa es que es mayor de 60 años y padece enfermedades de base.
La fiscala Teresa Sosa no revisó siquiera los documentos de identidad para corroborar la edad de Salum.