La voz de la experiencia chaqueña

Semanas atrás habíamos escrito “El peligro de la deforestación en el Chaco” y criticábamos la “ley de deforestación cero”, solo para la Región Oriental, argumentando que las mayores coberturas boscosas estaban en el Chaco y que la forma en que estas eran derribadas para la implantación de pasturas artificiales podría desequilibrar el medioambiente de la Región Occidental e, incluso, llevarlas a la desertización.

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Respecto a esa nota, recibimos del Ing. Forestal Normand Toews, uno de los gerentes de la Cooperativa Chortitzer, una serie de atinados comentarios que queremos reproducir aquí por su valor como experiencia menonita en unos 80 años de vida en el antes llamado “infierno verde” y que ahora resulta ser el sólido futuro del país.

El Ing. Toews dice que en los años 90 los ambientalistas predecían que si se seguía la utilización del Chaco en la forma como entonces se hacía, para el 2020 la región sería un desierto. También decían que las dunas de Tte. Enciso – sobre la Ruta Transchaco, entre Estancia La Patria y el fortín Nueva Asunción, aproximadamente Km 650– estaban creciendo hacia el interior del Chaco. Hoy, tales dunas están fijas y cubiertas por una hermosa vegetación, de desierto no tiene nada y el Chaco es una maravilla. Además, hoy no hay ninguna duna, como en los años 80 y 90, en las tierras de cultivo menonitas porque se emplean modernas técnicas de labranza y las tolvaneras (viento Norte cálido y remolinos arrastrando polvo y arena) han desaparecido. El cambio climático no lo vamos a parar los chaqueños, ni somos culpables de que ello ocurra.

Hoy en día, el chaqueño o no, que habita una porción de tierra, deja entre 50% y 60% cubierta con vegetación nativa. Así lo prescribe la ley y la mayoría de los colonos la cumple. Desarrollando el Chaco hasta el último rincón, tendremos un 50% o algo más de tierra en estado natural. El ciudadano que incumple las leyes, merece recibir todo su peso de parte del Estado, pero el que las cumple debe sentirse, en primer lugar, seguro y, segundo irá desarrollando el Chaco y creando fuentes de trabajo.

Cuando aparece algún proyecto de deforestación “cero”, la gente se desespera y la deforestación crece. Si hoy aplicamos la deforestación “cero” en el Chaco, se va a desatar en la región una crisis socioeconómica de proporciones porque es muchísima la gente que vive de los trabajos en el campo. Habrá espacio para negocios en negro, habilitaciones de tierra sin permiso, coimas y muchas otras cosas más. Creo que la gente no está consciente de lo que es ni cómo es el Chaco, ni de las consecuencias que tendría una ley como esta.

Agregó finalmente: ¿Por qué no desarrollamos bien el Chaco, hasta la frontera, de acuerdo a un modelo rural definido, con parques nacionales, reservas forestales, franjas rompevientos y corredores biológicos. No existiría otro igual en el mundo.

Hasta aquí lo expuesto por el Ing. Toews, que no es sino, sintéticamente, un programa de desarrollo regional bien pensado para el Chaco, basado en los más de 80 años de experiencia menonita en la región. ¿No podría pensarse en hacer un análisis exhaustivo de lo planteado y ver la posibilidad de su ejecución, por partes, mediante un acuerdo, por ejemplo, entre las tres cooperativas allí asentadas y la Gobernación de Boquerón, zona del asentamiento de los colonos?

horaciososa1923@gmail.com

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