Cargando...
El Informe de gestión 2013 “Fiscalía con la gente” en la página 79 tiene un chiste de muy mal gusto que dice: “Condena por abuso sexual en niños”. “José Luis Tirado Quintana fue sentenciado a 2 años y 6 meses de prisión por el hecho punible de abuso sexual en niños. En el juicio, la agente fiscal de la Fiscalía Barrial Nº 3, Nidia Fernández Cattebeke, demostró que el condenado en reiteradas ocasiones realizó actos sexuales dirigidos a niños, consistentes en la exhibición de su cuerpo desnudo, manipulación de sus órganos genitales con fines de onanismo, gestos de carácter obsceno con los dedos y la lengua, con intención de incitarlos al coito con él, exponiendo a los menores a estímulos sexuales inapropiados”.
El día martes 4 de agosto leíamos en el digital de este diario “Recibe condena de 8 años por violar a sus hijastras”. “Un tribunal de Luque condenó hoy a ocho años de prisión a un hombre acusado de violar a sus dos hijastras menores de edad en junio de 2013 en una vivienda situada en Lambaré”. La fiscala a cargo de la causa, Gladys González, agregó que las secuelas que quedaron en las dos menores como consecuencia del abuso sexual fueron “graves”.
En ambos casos pregunto: ¿Las penas corresponden a lo solicitado por las fiscalas intervinientes? ¿Fueron apeladas las resoluciones en caso de no ser así? ¿Las víctimas y sus familias tienen un acompañamiento que ayude, no digo a superar, sino a amortiguar el trauma sobreviniente?
Evidente que las penalizaciones son patéticas, una burla al artículo 54 de la Constitución. Entonces no nos resta más que esperar que la Comisión Nacional para el estudio de la Reforma del Sistema Penal y Penitenciario cancele esa deuda histórica y pública con los niños.
Admito que tengo reparos ante una comisión formada exclusivamente por profesionales del derecho, sin la participación de las otras disciplinas que enriquecen el conocimiento, y que hoy creo conocen de sus temas con mucha más profundidad que nosotros los abogados.
Me asusta también la abundancia de varones, 14, y la mínima participación de mujeres, apenas 3, por parte del Estado, además de ninguna mujer entre los profesionales “notables”. Tengo entendido que la comisión acabó el trabajo, y que está próxima su divulgación, la que debemos leer con mucha atención.
Es cierto que existen delitos en donde la mayoría de las víctimas son mujeres y niños, pero ese ninguneo al 50 por ciento de la población no condice –como dicen los políticos frecuentemente- con la Constitución y los tratados internacionales de Derechos Humanos que cada uno de los abogados de la comisión conoce perfectamente y se les “olvidó” su inclusión igualitaria. Una vez más comprobamos que “La gloriosa mujer paraguaya” es solo para los discursos y la polka.
Esperemos que el proyecto eleve las penas del actual Capítulo VI, “Hechos punibles contra niños y adolescentes”, de modo que las penalizaciones señaladas sean solo un mal recuerdo.
Creemos que la prescripción en los casos de abuso sexual debe iniciarse en la mayoría de edad de la víctima, teniendo esta la posibilidad de denunciar hasta los 38 años por lo menos, entre otras importantes y necesarias modificaciones.
Taupéichakena.