Dos minutos fatales

Ramón Díaz renunció como técnico de la Albirroja. No es raro que lo haya hecho porque no es un “ladrón”, como lo presentaron algunos. Para vivir, y vivir bien, no necesita de este cargo. Hace un par de años, también renunció como técnico de River Plate luego de sacarlo campeón, justamente también por la labor de zapa de algunos dirigentes de ese club, y veía que el ambiente ya no estaba propicio para continuar. No pretendió, como ahora con la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), hacer valer su contrato, como muchos técnicos lo harían, a pesar de que le quedaba aún cuerda para rato. Además, es evidente que la actual dirigencia de la APF no se mostraba muy entusiasmada con su presencia al frente del plantel.

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¿Fue tan mala su actuación como para, más o menos, condenarlo a Ramón a la hoguera? Qué pronto nos olvidamos que Paraguay venía de un pozo profundo; estamos en el lugar 44º en el ranking de FIFA, y hace rato nos pasaron Costa Rica (23º). equipo con el que empatamos, y Estados Unidos (31º), con el que perdimos. Estos dos equipos tienen hoy jugadores titulares en las grandes ligas y en los grandes equipos, mientras Paraguay no tiene uno solo en clubes como Barcelona, Real Madrid, Arsenal, Paris Saint Germain o el Manchester United. Tenemos futbolistas que jugaron por primera vez en el equipo de mayores, o tienen apenas unos pocos partidos como titulares, como Víctor Ayala, Miguel Almirón, Antonio Sanabria, o el mismo Óscar Romero, que recién ahora jugó desde el vamos en el equipo.

Me pregunto, ¿qué hubiera pasado si Ecuador y Brasil no hubieran convertido sus goles de empate con Paraguay en el último minuto del descuento, en las Eliminatorias para el Mundial de Rusia, que nos privaron de sendas victorias? Ramón Díaz hubiera sido un ídolo. Fueron apenas dos minutos, pero fatales para el técnico argentino.

Seguro que me responderán: “Pero no les ganamos a esos equipos”, y tendrán toda la razón del mundo. Los técnicos son hijos de los resultados, y en eso no hay nada que discutir en este caso.

En mi opinión, con Ramón volvimos a tener la sensación de contar con un equipo seleccionado, lo que no ocurría en los procesos anteriores. Ahora hay una esperanza. Por eso yo valoro su trabajo.

El que venga ahora en su reemplazo ya encontrará una base importante. Ojalá nos traiga nuevas alegrías.

cespedes@abc.com.py

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