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Sin embargo, se debe empezar por algún lado y en la opinión de este autor es prioridad el fortalecimiento de las agencias gubernamentales de control de acceso a personas y mercaderías al país, Migraciones, Aduanas y Dinac. Dentro del prioritario proceso de fortalecimiento de estas instituciones es urgente la adquisición de radares primarios, que permitan la ubicación de aeronaves incluso con el transpondedor apagado y su instalación en Asunción y Mariscal Estigarribia.
Acompañando este proceso es indispensable la modificación de la ley 5400 de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo Paraguayo, pues de la forma en que está redactada, niega al Estado la posibilidad del uso de la fuerza, una vez agotados los procedimientos recomendados por la OACI y adoptados por la ley, para lograr el aterrizaje coercitivo. Es así como el Estado pierde uno de sus elementos característicos, pues los legisladores han eliminado la capacidad de ejercer su poder.
Otro componente más es la dotación a la Fuerza Aérea de elementos con capacidad de interceptar aquellos vuelos que se apartan de las disposiciones vigentes. Se deben adquirir aviones como el Súper Tucano, el YAK 130 o similares en cantidad suficiente para desplegarlos en lugares donde tengan la posibilidad de lograr con éxito el objetivo para el cual han de ser adquiridos.
El fortalecimiento de la capacidad soberana y de rango constitucional de nuestro Estado, de decidir quien o que cosas pueden ingresar a su territorio, incluyendo su espacio aéreo, es fundamental en la lucha contra el narcotráfico, porque el grueso de sus ganancias se centra en la cocaína, producto derivado de la planta de coca originaria de las regiones andinas; y cuya incidencia en Paraguay es el tránsito de pasta base o el producto final, tanto por nuestra situación geográfica como por las debilidades por todos conocidas en materia migratoria, aduanera y de control del tráfico aéreo.
Obviamente, no se eliminará el negocio de la droga y son necesarias muchas medidas de carácter operativo, legislativo en incluso de salud pública, pero el tránsito de la cocaína por Paraguay dejará de ser tan rentable como ahora.
(*) Abogado - Magíster en Planificación y Conducción Estratégica.