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Sin embargo, existen algunas situaciones vulnerables, como las comunidades indígenas, sobre todo las urbanas, las permeables fronteras con Argentina y Bolivia, y en Alto Paraguay con Brasil.
En un momento dado, debido a la baja propagación de la enfermedad, incluso se pensó flexibilizar la cuarentena en esta zona del país, sobre todo en cuanto a las actividades laborales al aire libre.
Ahora bien, no se entiende cómo los trabajos de pavimentación de la ruta Transchaco y Corredor Bioceánico no pararon durante toda la cuarentena ni por un solo día, mientras las construcciones civiles aquí y en el país se suspendieron. ¿Cuál es la diferencia de construir una casa al aire libre, sin tener ni siquiera una casa vecina cercana, con la construcción de las rutas en el Chaco, donde activan actualmente unos 2.000 trabajadores? Se puede concluir que la continuación ininterrumpida de estas obras viales no solamente se basó en criterios sanitarios, debe haber algo más.
No es ningún secreto que la curva de producción de resultados del actual gobierno, en parte a causa de la pandemia en cuanto a este año, se encuentra inclinada y existe la gran necesidad de demostrar resultados. No haber suspendido la construcción de rutas en el vasto territorio chaqueño es o puede ser una decisión totalmente viable y responsable, pero no se entiende por qué entonces las construcciones civiles se prohibieron durante meses.
Corona-construcciones, con sabor a privilegio para algunos, requisitos sanitarios a cumplir para otros, para no ser detenidos e imputados.