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Los itacurubienses han puesto el grito al cielo, pero no tuvieron eco suficiente en el MOPC, hasta que esta semana el tema saltó a la página de los diarios y fue denunciado por los lugareños a través de otros medios de comunicación.
Las publicaciones han generado una serie de comentarios en la edición digital de nuestro diario, donde los lectores apuntaron al pobre comportamiento técnico del MOPC y la contratista de turno, que no se dignaron en observar de cerca y menos aún explorar o consultar a los vecinos sobre el área ecológica protegida que están a punto de destruir.
“Qué mal hicieron el estudio y relevamiento de la afectación de inmuebles del proyecto de ensanchamiento de la Ruta 2” (Ma. Del Rosario Stanley Chamorro). “En este tipo de proyectos se debe relevar el patrimonio natural e involucrar a la población local, escuchar la opinión de los beneficiados y afectados” (Felisa Stella Lezcano). “El progreso debe ir en armonía con los recursos naturales, de lo contrario no es progreso” (Luli Alfonso Domínguez). “Desarrollo acorde a la naturaleza, o si no, no es desarrollo” (Juan Carlos Frutos). “MOPC, la naturaleza es la fuente de vida de nuestros hijos de un país entero, basta de destruir la flora y fauna” (Edgar J. Sanabria Verón), escribieron algunos al lanzar sus críticas.
Otros dijeron que “Jamás socializaron el proyecto, por eso está ocurriendo esto. Porque se les exigió nada más vinieron a marcar, y ni enterados estaban de que existía este lugar, porque (el proyecto) lo hicieron vía satelital” (CJ Ykua Ita). Tampoco faltó quien pidiera una solución urgente: “¿Es tan difícil solucionar este gran problema? No quiero creer que sea un capricho de las autoridades” (Alcides Velázquez). “Lastimosamente los pobladores no nos enteramos hace 5 años, o si no desde ese mismo momento se iba a expresar el repudio total” (Elena Ruiz Díaz). “Estos ate’y, desconsiderados, (...) ni siquiera les interesa hacer bien su trabajo” (Franco Liz).
Además, la mayoría resaltó el valor del lugar: “Y nada más y nada menos en el Ykua Ita nace el arroyo Itacurubí, Patrimonio Natural de la ciudad Jardín de la República”. (Andrés D. Miltos Cabrera). “No se cobra un centavo para apreciar tan bello lugar; es cuestión de que se modifique 100 metros y ya no hay drama”. (Lidio Ibarrola, desde París, Francia). “No existe allí ningún parador turístico y sólo mueve a los itacurubienses un interés ecológico” (Marisol Guillén de Zárate). “Qué les cuesta volver a pedir un relevamiento topográfico del lugar para poder ver opciones” (Esteban D. Roa Pérez).
Los vecinos organizados aclararon a nuestro diario que no están en contra de las obras, sólo piden que el MOPC entienda el daño que va a causar si no lleva la circunvalación 100 metros más al sur. Y tienen, además de los motivos ecológicos, argumentos legales. En el año 2000, esa área del Ykua Itá, de poco más de 2 ha., fue expropiada por el Congreso (Ley Nº 1.625/2000) a favor de la Municipalidad de Itacurubí, y esta, en el 2011, la declaró “Patrimonio Natural” de la ciudad.
Oro punto lamentable es que, así como están las cosas, el MOPC debe hacer un nuevo trazado (ya ha comunicado que lo hará), y eso tendrá costos extras, pues algunos afectados por la “franja” mal concebida ya han cobrado indemnizaciones. Para enmendar lo mal hecho, se debe trazar otra “franja” que pasará por otras propiedades.
Esta obra de la duplicación de la Ruta PY02 costará unos 500 millones de dólares, pero el diseño, evidentemente, no está a la altura de semejante inversión que efectuará el país.