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El hecho sumó estrés a un contexto de país cada vez más inseguro que se evidencia en las noticias de robos, asaltos y otros crímenes diarios. Recordemos además que en el Samura gate cayó abatido el comisario Félix Ferrari.
En respuesta, y como sucede últimamente en sus planes de contingencia, de manera precipitada el presidente Mario Abdo Benítez “sacó del cajón un proyecto de enmienda constitucional para permitir que las FF.AA. se involucren en el combate al crimen organizado.
De buenas a primeras, no podemos decir taxativamente que la pretensión del Ejecutivo de emplear la capacidad de las Fuerzas Militares en un rol de policía es buena o es mala. Antes deben tenerse en cuenta algunas variables como la efectividad o eficiencia de las FF.AA. en el contexto actual.
En el debate debemos sincerarnos para analizar cómo se encuentra y hacia dónde va la institución militar considerando que su involucramiento en cuestiones de seguridad interna podría generar (si ya no genera) malestar en los cuadros tanto militares como policiales y desconfianza en la ciudadanía que tiene la idea generalizada de que las FTC (Policía – Militar) no han tenido resultados positivos hasta el momento.
Las FF.AA. son un dolor de cabeza para ella misma ya que son necesarias para la defensa nacional, sin embargo en términos de infraestructura, equipamientos, armamentos y nuevas amenazas, se encuentra desfasada. No así en recursos humanos que es el principal capital con el que cuenta debido a su capacitación permanente a nivel interno como en el exterior del país.
Por otro lado, en el caso de que se decida “policiar” a las FF.AA., la misma requerirá una transformación importante para la que hay que prepararse, modificando las misiones, la doctrina y la formación que se les brinda a sus miembros. Y esto no se hace a las tontas y a las locas solo “porque sí”.
Además, podría decirse que el camino del Ejecutivo está errado ya que antes que pedir a los militares salir a las calles, primero debe garantizar a la ciudadanía y defender ante el Congreso que piensa hacer con la Policía Nacional, encargada de la seguridad interna.
La improvisación se evidencia ya que en su propuesta el presidente llama a combatir el crimen organizado pero no tiene capacidad de acción ante el crimen desorganizado.
Si queremos algo serio en términos de seguridad con o sin FF.AA. ese algo no se hace de la noche a la mañana a enmiendazo limpio. Categóricamente la de Abdo Benítez de policiar las FF.AA. es una decisión precipitada y por sobre todo inoportuna. Se hace sin el “pienso” que amerita y no soluciona el problema de fondo.