Pavão revela que ministro de Justicia le visitó en su celda vip

La celda vip que Jarvis Chimenes Pavão (48) ocupaba en la cárcel de Tacumbú y que el gobierno de Horacio Cartes supuestamente descubrió recién hace dos meses, ya fue visitada dos veces en el 2014 por el entonces viceministro de Justicia, Éver Martínez, ahora flamante ministro. Al menos es lo que asegura el propio Jarvis, condenado en Paraguay por lavado de dinero y en Brasil por narcotráfico. Precisamente, hace dos años el medio O Globo de Brasil detalló los lujos de Pavão en prisión y la información tuvo repercusiones en la prensa paraguaya. Sin embargo, justo ahora y supuestamente gracias a un medio del Grupo Cartes se “descubrieron” los privilegios.

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En mayo del 2014, el Grupo O Globo del Brasil publicó un especial denominado “Os foragidos do Narcosul”. El 28 de ese mismo mes subieron un material que titularon “Traficante brasileño tiene un escritorio del crimen dentro de la penitenciaría en Paraguay”.

En el artículo describieron con detalles el lujo del ambiente donde se desenvolvía Jarvis Chimenes Pavão en Tacumbú. La nota fue ampliamente reproducida por medios paraguayos.

En ese entonces, Horacio Cartes ya era Presidente del Paraguay, su ministro del interior ya era Francisco de Vargas. La ministra de Justicia era Sheila Abed.

Si esa nota tuvo repercusión en todos los medios paraguayos que revelaron el lujo en el cual vivía el supuesto narcotraficante, ¿cómo es que recién dos años después el Gobierno se da por enterado de la celda vip y de los otros privilegios que tenía un condenado?

Entonces, ¿qué pasó durante los dos años previos entre el poder y Pavão, cuando convivieron en aparente armonía?

–“Yo no sé si el Gobierno siempre supo o no. Como le dije, yo casi siete años que estuve ahí y por cuatro veces me cambiaron. Lo que escuchaba ahí es que hace 25 o 30 años que tienen esos locales en donde están, lo que llaman celdas vip”, dijo Jarvis el miércoles último en entrevista con ABC Color en su nuevo lugar de encierro, la Agrupación Especializada.

Las mejoras que hizo

–¿Cuáles son las obras que financió Jarvis Pavão en Tacumbú?

–La estructura ya estaba todo muy fea, yo procuraba mejorar, no solo en mi sector, en todos los locales.

–¿Qué lugares de la penitenciaría reformó?

–Y abajo había muchas cantinas que no tenían condiciones de higiene, entonces yo mejoré todo ahí para las personas que viven ahí. Todas son personas que tienen largas condenas y necesitaban. Yo por mi corazón, por ver las cosas muy sucias, entonces yo hacía estas cosas por las personas, para mejorar la vida de estas personas. La obra más importante que yo hice ahí, con mis compañeros y muchas personas, fue la construcción de la Iglesia Adventista, esta es la obra más importante”.

Insistentemente quisimos saber cuánto gastó en esas mejoras, y se negó a dar cifras, así como se resistió a dar nombres, con respuestas evasivas.

–“No te puedo decir el monto exacto, porque la construcción llevó mucho tiempo”, justificó.

–El actual ministro de Justicia (Éver Martínez) dice que no estaba al tanto de la construcción, y él era viceministro. ¿Él sabía que usted financiaba obras?

–Imagino que sí. ¿Cómo voy a hacer cualquier cosa ahí sin que las autoridades sepan? Yo nunca hice nada por mi cuenta, tanto las veces que me cambiaron no es por mi cuenta, me cambiaron porque me querían cambiar, me llevaban acá, me colocaban allá.

“Éver estuvo en mi celda”

De repente, Jarvis simplemente perdió esa cautela que tenía para dar nombres.

–“Éver estuvo en mi celda dos veces, no me acuerdo del año, en el 2014 puede ser. Él estuvo dos veces hablando conmigo”.

–¿De qué habló con él?

–Fue a mirar mi celda.

–¿Él sabía entonces cómo usted vivía?

–Él fue a mirar mi celda, esto te puedo garantizar, y si él es sincero va a decir que dos veces fue a hablar conmigo.

–¿Él sabía que usted estaba remodelando la penitenciaría?

–Y no hay cómo no saber que había una remodelación ahí, porque yo hice tantas cosas para todos. Por ejemplo, en donde se enseñaba clases, un aula, era muy fea, muy sucia, no tenían pizarra, era pequeña, tenían que llevar, traer… Entonces yo cambié el piso, pinté, hice las pizarras en la pared, lugar para facilitar, para las profesoras de ahí, terminé haciendo amistad. No había forma de no hacer, porque todos los días estábamos ahí, y coloqué aires, para que... una cosa es estudiar en un calor infernal que se sabe hay ahí y otra cosa es estudiar en un ambiente más tranquilo, más fresco. Estas cosas yo hice ahí, no había forma de que las personas no sepan. Yo jamás voy a hacer alguna cosa por mi orden. ¿Cómo voy a pintar, hacer un piso, poner una pizarra, instalar un aire sin orden de alguien? Siempre sabían lo que yo hacía ahí.

La prensa

–“Lo que quiero decir es sobre la prensa, el tema de las famosas celdas vip que mostraron al mundo entero. Quiero aclarar que el piso y los azulejos costaron 35.000 guaraníes el metro cuadrado, y ser organizado y ser limpio no significaba que yo tenía lujos. El guardarropa que usaba no tiene ni detalles, son simples. Lo que más me deja shockeado es la forma en que la prensa mostraba las cosas. Aquellas fotos que muestran lo que sería mi escritorio, nunca fue mi escritorio, jamás sería mi escritorio porque el director (de la penitenciaría) estaría loco si me dejara tener algo así. Aquello era biblioteca de la Iglesia Adventista, aquello era todo lo de la Iglesia, libros, biblias, devedés, la mesa grande era donde nos reuníamos, es de fórmica, no es nada de vidrio como dijo la prensa”.

Para leer la biblia

En su descargo sobre la celda vip, prosiguió con que “allí nos reuníamos dos veces por día, entre 25 a 30 personas, para leer la biblia. Todos lo sabían, incluso esta biblioteca era formada entre la iglesia y el director. Allí teníamos remedios que distribuían a quienes no tenían condiciones de comprar, que comprábamos o aceptábamos donaciones de afuera, como las del doctor Silvio (Ferreira, exministro de Justicia de González Macchi y quien también estuvo preso en Tacumbú), que muchas veces nos enviaba fármacos. Allí tenía él computadora de la iglesia que se usaba solo para esa finalidad, si querías un libro, se anotaba allí”, concluyó el capo.

ileguizamon@abc.com.py

mabel@abc.com.py

Hugo Isasi (Cámaras)

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