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El lunes 2 de mayo del año pasado amaneció con frío en Asunción. Ese día se jugó un partido clave en la liga inglesa: Chelsea empató con Tottenham y Leicester salió campeón. Quien recuerda muy bien el partido es el testigo clave que contó el paradero de Ibar Pérez Corradi. A la hora del almuerzo vio el partido desde una TV en un elegante bar del centro de Asunción.
Pasaron más de ocho meses del día en que paraguayos y argentinos accedieron al dato que les permitió hallar al narco más buscado de toda la Argentina... pero la recompensa prometida: 130.000 dólares –unos 2 millones de pesos argentinos– nunca llegó. El testigo clave hoy está desamparado económicamente y su vida corre extremo peligro.
“Venga el lunes”
“No cumplió conmigo nadie”, fue uno de los primeros mensajes del testigo. Nos citó en algún punto del país: Un pancho, un jugo y G. 100.000 para reabastecerse de combustible fueron los únicos pedidos. Y más que nada, la promesa de proteger su identidad.
Entre abril y mayo del año pasado tomó la decisión de delatar la ubicación de Pérez Corradi en Foz. El narco se preparaba para huir una vez más hacia otra ciudad brasileña.
El testigo decidió entonces hablar con la Policía Federal Argentina. Un sábado de finales de abril tomó una balsa y cruzó a Puerto Yguazú a contar lo que sabía. El personal de guardia no titubeó para decirle: “Nosotros hoy no trabajamos, venga el lunes”.
“Yo apenas logré pasar ese día con la balsa, y que me dijeran eso me enojó. Estaba enojado, así que decidí hablar con la policía paraguaya”, dice. El lunes 2 de mayo y acompañado de policías, el testigo amaneció en Asunción, en la Comandancia de la Policía Nacional. Según él, en esa reunión estuvieron el comandante Críspulo Sotelo, la fiscala Sandra Quiñónez, el asesor jurídico de Yacyretá, Luis Canillas, y policías que trabajaban en el caso. Refirió lo que sabía y lo llevaron a comer.
Al atardecer fue trasladado a las oficinas del director argentino de Yacyretá en Asunción. Según él, de la segunda reunión participaron otra vez el comandante Sotelo, el abogado Luis Canillas, el ministro Juan Carlos López Moreira y el director argentino de Yacyretá, Humberto Schiavoni.
El testigo dio con toda precisión la ubicación de Pérez Corradi y le prometieron la recompensa. Pidió firmar algún acuerdo y el abogado Canillas le dijo que hablar con Schiavoni era casi como hablar con el propio Macri: Era su representante en Paraguay. “¡Qué puta, me dijo que su palabra valía más que una firma... y nunca cumplieron!”, dice el testigo que ayudó a dar con Pérez Corradi.
“Tengo miedo de la policía”
“Primeramente fuimos a la Comandancia, nos reunimos con el comandante, la fiscala Sandra Quiñónez, Canillas, dos personas más y yo”, dijo el testigo clave. “Esa misma mañana ya les di la información, les dije el lugar, la verdad. Después quedamos en reunirnos en Yacyretá, que es la palabra de Macri acá en Paraguay, que no era necesario nada de firmar en papeles y que su palabra valía más que el papel. Yo confié en eso y me fui de lleno a todo eso para hacer el operativo, para que se le agarrara a Pérez Corradi”. Según el testigo, en Yacyretá volvió a repetir lo que sabía. “A esa reunión en Yacyretá ya se fue inclusive López Moreira y estaba el señor Canillas (Luis), estaba mucha gente, estaba el comandante (Sotelo) también. Y les di el cien por ciento que el operativo iba a ser un éxito”.
“Inclusive nos abrazamos todos allí, me dieron su palabra, dijeron que no iba a haber ningún problema si era verdad. Un mes después, sucedió lo que sucedió, hasta ahora nada me dieron. Parece que es mentira lo de la recompensa, puro bola es, nadie pagó, no cumplen”. Finalmente dijo tener mucho miedo, “ahora ya empiezo a tener miedo hasta de los propios policías, porque estoy contando esto”.
Pérez Corradi fue detenido el 19 de junio del año pasado en Foz de Yguazú. (Audio completo en ABC Digital y radio ABC Cardinal)
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