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ENCARNACIÓN (Pedro Gómez Silgueira, David Quiroga y Emilio Riquelme, enviados especiales).Itapúa significa en guaraní “piedra que se levanta, piedra que suena”, y ese es el nombre que eligió San Roque González de Santa Cruz para la misión que fundó el 25 de marzo de 1615, al otro lado del río Paraná.
El nombre elegido hace referencia en primer lugar a la festividad religiosa de la Anunciación y a la existencia de una gran piedra en el lecho del río, que hoy se tiene como un monumento en la Costanera de Posadas.
Los festejos comenzaron a principios de este mes y como parte de ellos el corazón del fundador y primer santo paraguayo se encuentra de visita en la ciudad y es venerado en la Catedral.
Según referencias históricas, la ciudad fue trasladada en 1703 al lado paraguayo estableciéndose una reducción jesuítica en lo que hoy es la Plaza de Armas.
Tras la expulsión de los jesuitas en 1767 sobrevino un periodo de abandono que se revirtió años después con la llegada de los primeros inmigrantes europeos, entre 1840 y 1850.
Esta situación hace que su población actual esté conformada por más de quince colectividades que protagonizaron durante el fin de semana un colorido desfile.
En 1911 la ciudad experimentó otra etapa de florecimiento con la llegada del ferrocarril Carlos Antonio López y la unión internacional con ferrocarriles argentinos, a través del ferry boat que operó hasta la inauguración del puente San Roque González de Santa Cruz en 1990. Esta es una de las pasarelas colgantes más largas del mundo, pues tiene 2.550 metros de extensión, sobre el río Paraná.
Encarnación vivió momentos difíciles a lo largo de su historia, como el terrorífico ciclón de 1926, pero supo sobreponerse gracias a la perseverancia de su población.
También contribuyó la gran solidaridad de los hermanos posadeños con quienes los encarnacenos hoy mantienen fuertes vínculos de cooperación y amistad, independientemente de las dificultades que impliquen las relaciones entre nuestro país y la Argentina en los puntos de frontera.
En la actualidad, la población encarnacena asciende a unos 145.000 habitantes y como nunca antes la localidad experimenta un nuevo esplendor económico proveniente de la construcción de su nueva Costanera.
Urbanismo
Dicha obra forma parte de los proyectos complementarios de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y con los que la ciudad adquiere una profunda transformación urbanística. Se potencia el desarrollo de un nuevo circuito comercial, turístico e inmobiliario.
“La capital de Itapúa en materia comercial hoy día es una verdadera atracción a nivel país e incluso mundial, dado que Paraguay trasciende en el exterior por las playas y el nuevo boom encarnaceno”, afirma el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Encarnación, Valentín Fernández.
Agrega que la comunidad experimenta un cambio extraordinario como polo de desarrollo e inversión en hotelería de lujo, alta gastronomía y construcción de edificios de departamentos, lo cual sigue atrayendo a inversionistas.
La Perla del Sur tiene 54 hoteles y 3.600 camas. Cuenta con unos 70 restaurantes de los cuales 20 están en el entorno de la Costanera, en el nuevo circuito gastronómico.
El intendente, Joel Maidana (ANR), dijo que la pujanza que vive la ciudad se debe al esfuerzo de toda la población, desde los más encumbrados funcionarios hasta empresarios, docentes, religiosos, obreros y jóvenes, orgullosos de su ciudad y la realidad que vive. Incluso, tuvieron mucho que ver en lo que es Encarnación hoy las generaciones pasadas.
Al celebrar su cuarto siglo de vida, esta bella y cosmopolita urbe luce un perfil moderno con varios hitos de su patrimonio histórico revitalizados y revalorizados pese a la desaparición de toda la Zona Baja.
Entre los hitos destacados se encuentran el molino San José y el silo, y la réplica de la estación del ferrocarril inaugurada anoche para ser convertida en un museo con un parque temático ferroviario en su entorno. Todo eso se encuentra muy ligado a la atractiva playa San José.
En el acto de anoche –que contó con la presencia del presidente de la República, Horacio Cartes, y del vicepresidente Juan Afara–, el director paraguayo de Yacyretá, Juan Schmalko, destacó que la estación de tren ocupa un sitial importante dentro de la recuperación de 140 hectáreas de territorio en la zona costera de Encarnación.
Refirió que el museo se debe al alto valor emotivo que tiene el tren para los encarnacenos, porque representa la rica memoria y la historia. Fue un escenario de abrazos para el reencuentro de miles de familias paraguayas en su época de esplendor, concluyó.
Otro factor de cambio extraordinario lo constituye la unión ferroviaria con Argentina a través del puente internacional, que facilita el desplazamiento desde un lado del río al otro.