Murió López y la Patria renació de sus cenizas
Última fotografía de Francisco Solano López, tomada en el campamento de Azcurra por el boticario italiano Domingo Parodi en agosto de 1869. Según testigos, llevaba esa misma indumentaria cuando fue ejecutado en Cerro Corá al año siguiente. “Muero con mi Patria” fueron sus últimas palabras el 1 de marzo de 1870, hoy hace 150 años, hecho que también puso fin a seis años de guerra, cinco de ellos contra la Triple Alianza de Brasil, Argentina y Uruguay, la mayor y más cruenta conflagración bélica de la historia de América del Sur. El país quedó absolutamente devastado, completamente exhausto, con la población diezmada, la economía colapsada, los sobrevivientes hambrientos y semidesnudos, nadie en la época pensaba que se podría recuperar como nación independiente. Pero si la guerra y el mariscal mismos siguen hasta ahora siendo materia de encarnizadas polémicas y agrias discrepancias, el heroísmo y la resistencia a las adversidades del pueblo paraguayo quedaron ampliamente documentados por propios y extraños y nunca fueron puestos en duda. Con nuestras luces y nuestras sombras hemos sido capaces de reconstruir de la nada un país del que a veces renegamos, pero que amamos con todo nuestro ser.
01 de marzo de 2020 - 01:02