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Un reducido grupo de familias de la zona de Blanco Cue, del barrio Tablada Nueva, emprendió el viaje de regreso a sus viviendas.
Desde el mes de abril, la crecida del río Paraguay motivó el desplazamiento de 17.788 familias desde las zonas ribereñas de la capital en busca de tierra firme para construir viviendas provisorias.
Uno de los sectores que resultó más afectado por el avance de las aguas es el Bañado Norte de Asunción donde miles de viviendas quedaron deshabitadas.
En el barrio Tablada Nueva existe una zona conocida como Blanco Cue. En este lugar se puede notar el lento retroceso del nivel de las aguas del río Paraguay.
Antonia Domínguez, pobladora de Blanco Cue, expresó que vivió durante poco menos de 20 días en uno de los tinglados pertenecientes a la firma Puertos y Almacenes Generales Kanonnikoff SA.
Luego de recibir la noticia del leve retroceso de las aguas, optó por regresar a su casa que si bien aún muestra signos de haber estado inundada, es apta para vivir.
Domínguez sostuvo que la humedad no fue un inconveniente mayor gracias a los fuertes vientos que últimamente secaron la superficie. Consultada sobre posibles ataques de alimañas, dijo –entre risas– que son los insectos los que les tienen miedo a ella y a su familia.
Alberto Rosa, pescador de profesión, expresó que subsiste gracias al traslado de personas que realiza. Un viaje en bote, desde un punto a otro –ida y vuelta– tiene un costo de G. 5.000.
Urgió a las autoridades la culminación del proyecto Franja Costera, que desde hace décadas sigue siendo una promesa de las autoridades de turno, para que la zona sea habitable.
Para los últimos meses del año se prevé la llegada del fenómeno climático “El Niño” que, según sus características, trae consigo intensas precipitaciones.
Las lluvias podrían disparar nuevamente los niveles del río y agudizar el drama social que vive la ciudad por el éxodo masivo de personas que migran, desde la zona inundada, hasta tierra firme.