Un joven innovador de sabores deliciosos

Carlo Fabrizzio Almirón Buogermini (25) tiene raíces lucanas; es descendiente de abuelos oriundos de la ciudad de Potenza, capital de la Basilicata, Italia. Viajó el 16 de este mes a la ciudad de Policoro, situada a orillas del Mar Jónico. Fue invitado para realizar una pasantía de seis meses en el Oro Hotel de esa ciudad, donde conocerá la gastronomía lucana. También hará conocer recetas típicas de nuestro país. Estudió en el Centro Garófalo desde lo básico hasta alta gastronomía.

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Sostiene que los paraguayos contratan a cocineros del exterior. Sin embargo, los profesionales nacionales son muy buenos. Piensa que hace falta más confianza en el personal humano de nuestro país.

Terminada la secundaria en el Colegio Cristo Rey, empezó a viajar por congresos internacionales para capacitarse. Visitó la Argentina, México, Costa Rica y Chile. En esta ocasión, viajó por primera vez a Italia.

A su regreso de Europa, va a enseñar todo lo que aprendió sobre la cocina italiana en la Asociación de Lucanos en el Paraguay. Además es su deseo abrir un restaurante de cocina italiana.

“Cada persona debe hacer lo que le haga feliz y lo que mejor le salga. Lo mío es la cocina. La gastronomía para mí es un arte porque la comida entra por los ojos. Al servir un plato es como presentar un cuadro. Porque se debe combinar sabores, olores y la presentación”, significó.

Agregó que tiene una empresa familiar con sus padres Luisa Buongermini y Ramiro Almirón y sus dos hermanos que están presentes en varias instituciones privadas del país.

Estudió Derecho dos años. Luego se dio cuenta de que no era lo suyo. Y como su familia siempre estuvo ligada a la gastronomía, le gustaba mucho lo que su abuela y su mamá servían en la mesa, de a poco fue entrando en la cocina.

“No podés luchar contra lo que te gusta. Me dí cuenta de que mi profesión es ser cocinero. Cuando empecé a hacer mis recetas, siempre llamaba la atención mis comidas y la presentación. Lo más importante es que el cliente salga satisfecho al probar lo que hago”, significó el joven.

Capacitación

La gestión del viaje tuvo lugar en ocasión de la visita a la Asociación de Lucanos del Paraguay por parte de las autoridades de la Región Basilicata, el año pasado, siendo Presidente de la Commissione de los lucanos Dr. Antonio Di Sanza.

Carlo empezó a estudiar cocina en el 2009 haciendo cursos cortos de cocina internacional gourmet, en el Centro Garófalo. En el 2010, terminó el primer año de cocina profesional, participando del Congreso Gourmonde en Costa Rica. En la ocasión, asistió al chef pastelero argentino Néstor Reggiani y al chef italiano Medalla de Oro en Europa, Giovanni Larosa.

Ganó el Concurso de Cocina Doña Clara Benza de Garófalo en la categoría de primer año. En el 2011, terminó el segundo año de cocina, técnico gastronómico en el Centro Garófalo.

Participó de los Congresos de Viña del Mar-Chile y de Mar del Plata-Argentina, asistiendo a la profesora Sarita Garófalo tanto en las clases como en la cena de las Naciones.

Realizó una pasantía en la Pastelería La Nueva Mugget del Chef Néstor Reggiani en Argentina. Ganó el Concurso de cocina Doña Clara Benza de Garófalo en la categoría de segundo año. En el 2012, terminó el tercer año de Cocina, Alta Cocina, en el Centro Garófalo.

Carlo enseñará a preparar en Italia las recetas más llamativas como la sopa paraguaya que es sólida, además de otras recetas.

Explicó que gourmet es una mezcla de recetas de lo clásico con lo refinado.

Dijo que a su regreso de Italia al Paraguay traerá ideas sobre la tradición italiana que no solamente es pizza y pasta, sino también parte de todo lo que le provee el mar Meditarráneo que es muy rica y variada. Se utilizan muchos mariscos, hortalizas, cabras y conejos.

“Lo que más me gusta hacer es mezclar lo dulce con lo salado. Por ejemplo, usar frutas para cocinar peces, langostinos en salsa de mango”, refirió.

En la noche del Año Nuevo pasado preparó en su casa medallones de salmón con salsa de níspero. “Es una receta muy deliciosa. Tiene un sabor incomparable, combina muy bien”, apuntó y dijo que años atrás los cocineros eran empíricos; en cambio, ahora hay mucha competencia, por lo que hay que capacitarse.

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