Toda pirotecnia es peligrosa, advierte Salud

Estrellitas, ajitos y fosforitos son juegos pirotécnicos peligrosos, advirtió ayer el Ministerio de Salud, al recordar que las bombas pueden producir quemaduras, amputación de miembros, sordera y daños oculares. La cartera sanitaria lanzó la campaña de prevención de lesiones por “bombitas”, encarada por el Centro Nacional del Quemado y Emergencias Médicas.

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“En estas fiestas, que no se quemen los muñecos de la casa”, fue el eslogan elegido por el Ministerio de Salud para la campaña de prevención de quemaduras por artefactos pirotécnicos, que apela a la conciencia de padres y tutores para que puedan impedir que los niños manipulen pólvora, ya que estos pueden producir quemaduras, mutilaciones de miembros y otras graves secuelas.

“Este año queremos llegar al corazón de los padres. Pedimos que en estas fiestas cada mamá y papá cuide de los muñecos de la casa, que son los hijos. No queremos ver más niños con quemaduras en el rostro, con lesiones oculares, con traumatismo acústico, con amputación de dedos o manos como consecuencia de la explosión de petardos. Evitemos este dolor a nuestros niños”, pidió el Dr. Bruno Balmelli, responsable del Centro Nacional del Quemado.

Estrellitas, ajitos y fosforitos también están incluidos dentro de la clasificación de bombas peligrosas. “Todas las bombas pueden producir daños. He visto incluso muertes en niños por manipulación de estrellitas”, declaró Balmelli. Explicó que la chispa que produce la estrellita puede quemar la ropa y esto a su vez quemar la piel de los niños. Esta quemadura es prácticamente irreversible”, aseguró el profesional, quien recalcó que las lesiones pueden prevenirse, por lo que insiste en estar pendientes de los niños y no darles explosivos para que jueguen.

El especialista recomendó además en lo posible no utilizar los petardos. En caso contrario, pide que la manipulación del artefacto pirotécnico esté a cargo de una persona mayor que no se encuentre bajo los efectos del alcohol. Menciona que nunca la explosión de petardos debe realizarse dentro de la casa ni en lugares cerrados.

Por su parte, el Dr. Jesús Marín, experto en reconstrucción de manos, informó que la curación y tratamiento de un paciente, víctima de quemaduras por petardos, con amputación de uno o dos dedos le cuesta al Estado entre 40 y 50 millones de guaraníes.

En Paraguay, unos 30 niños mueren al año por quemaduras prevenibles, lamentó el médico.

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