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“Hay que decirle (al presidente) Mario Abdo que reconocer los derechos no significa quitárselos a nadie. Nuestros derechos no son atentados contra nadie (...) Paraguay se presenta en las cumbres de derechos humanos como un líder antiderechos TLGBI”, dice parte del manifiesto leído ayer por la coalición –llamada desde este año TLGBI–, que organizó la marcha para exigir respeto a sus derechos. Hoy se cumplen 59 años de que se realizó la primera manifestación de este sector en el país.
Con banderas, cánticos y coloridos y peculiares trajes, se movilizaron los del grupo TLGBI (travestis, lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), entre otros. La marcha partió de la escalinata Antequera y terminó con un show artístico en la Plaza de la Democracia, en el centro de Asunción.
La ciudadana Felipa Díaz, de 61 años, dijo que participaba del reclamo “por los derechos que tienen mis hijos y mis nietos”. “La libre expresión de lo que quieren de su cuerpo. Mi hija es lesbiana. Tengo primos que son gays”, dijo. Sobre las mamás y papás que no aceptan la inclinación sexual de sus vástagos, expresó: “Cometen un error, porque nosotros debemos apoyar. Nunca van a ser felices con una imposición”.
Otra participante, Bea Conde, española que está desde hace un año y medio en nuestro país, comentó que encontró varias diferencias al llegar, tanto en el ámbito laboral como en la calle, en donde ni siquiera puede caminar de la mano de su novia debido a las agresiones.
“Tutte”, de Diversxs de Encarnación, aprovechó la ocasión para invitar a los participantes a no centralizar las movilizaciones TLGBI y brindar apoyo a las demás ciudades.
“Se lanzó una cacería en Encarnación”, afirmó con relación a la negativa de la Municipalidad sureña de dar el permiso de uso de la Costanera para realizar la marcha en esa ciudad.
El eje central de la manifestación fue exigir justicia por la muerte de travestis.