Cargando...
Terminó el bachillerato y optó por ser artesano porque le gusta. Recordó que desde muy chico su tío Vicente le equipó un taller y le compró muchas herramientas para hacer los primeros trabajos, que consistieron en boleros y trompos. Usa madera de palo santo y cedro reciclados del campo donde le encanta viajar.
Resalta que le apasiona lo que hace porque es un desafío diario crear imágenes en madera, ya que requiere de mucha paciencia.
Le preocupan la poca venta de artesanías y el escaso valor que les dan los paraguayos. “Me gustaría que el Gobierno fomente el turismo, que haya más seguridad para los turistas, ellos conocen más de nuestra cultura y mitos que nosotros mismos”, refiere a la vez de concluir que trabaja de 8:00 a 20:00 y vive en el barrio Ricardo Brugada de Asunción.