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“Mucha gente llega al consultorio por alguna experiencia fuerte, por ejemplo una pelea con un ser querido, que le hizo dar cuenta de que parte del problema está en él/ella, y no en el suceso en sí que ocurrió. En este sentido, es muy importante aprender a hacerse responsable de las propias emociones, porque culpar al mundo es la receta perfecta para mantenerse exactamente igual”, dice la psicóloga Gabriela Vergara. Los casos más comunes por los que las personas buscan ayuda son la inestabilidad emocional fuerte, llanto fácil, tristeza con síntomas de ansiedad, como palpitaciones, ataques de pánico, tensión muscular, debilidad crónica, cansancio, estrés agudo o crónico, etc., “ansiedad y depresión dirían los manuales psiquiátricos, pero yo prefiero enfocarme en los síntomas particulares, ya que se presentan de formas e intensidades distintas en cada persona”. La Lic. Vergara brindará la charla-taller Cómo manejar las emociones, exponiendo de manera sencilla los patrones de pensamientos perjudiciales, las personalidades con alta vulnerabilidad emocional, el estrés laboral, las emociones y las relaciones personales, cómo inciden los recuerdos negativos, técnicas para manejar las explosiones emocionales. “Veo una necesidad de acercar la psicología a la gente, hablar de temas que normalmente no tocamos por tabú o vergüenza de ser tildado de problemático o ‘loco’. Sin embargo, ha sido tan positiva la respuesta de la gente a la que he ofrecido este tipo de charlas, que me veo en la necesidad de ampliarlas del consultorio al ámbito general. En palabras fáciles: tenemos que aprender a ir más lento, parar y reflexionar un poco en un mundo cada vez más convulsionado y caótico”. La profesional realiza capacitaciones en el Ministerio de Salud. La próxima charla-taller se realizará este 30 de junio, a las 18:00, en el Centro Pradeh (0981 845-460), Asunción. El taller tiene un enfoque basado en la Psiconética y en la técnica Memoria, tiempo, procesamiento. Ambas trabajan con relajación, visualización y cambios desde el interior de la mente.
–Buscar equilibrio emocional se ha vuelto un asunto de bien común.
–En los últimos tiempos hemos tenido muchos casos de suicidios y ataques violentos provocados por la ira. La violencia crece en la sociedad, a consecuencia de un mal manejo emocional a largo plazo. Necesitamos aprender sobre las emociones para ser más estables, para no caer en la primera crisis en nuestra vida causada por la violencia y el estrés en que vivimos. Tomar cada vez un poco más las riendas de nuestra vida.
–La sociedad actual nos exige cada vez más, incluso ser “felices y expresarlo”, ¿cómo debemos tomarlo?
–La sociedad de “comprar más, viajar más, tener más, tener la familia perfecta”, a la vez trabajar todo el día, ser más bonito, pero todo esto nunca es suficiente. Son supuestas recetas para la felicidad, pero nos lleva a desarrollar emociones profundamente destructivas. Creemos que no tenemos control sobre ellas; lo cierto es que no sabemos lo que ocurre en nuestro interior hasta que haya un suceso fuerte y reaccionamos de formas que nunca esperamos. Entonces, es cuestión de conocernos a nosotros mismos, y no dejar que las emociones lleguen a perjudicarnos por decisiones o acciones que tomamos, presos de ellas y del dictado social.
–Hay una multiplicación de bondades (“bendiciones”) espontáneas. ¿Estamos aceptando las falsas emociones?
–Eso se llama sentimentalismo, que es opuesto a los sentimientos verdaderos. Debemos aprender a ser más autónomos, a no estar tan pendientes de la opinión ajena. Quien finge es porque no quiere quedar como el malo de la película, por temor al qué dirán.
–Por ende, ¿cómo reconocer y enriquecer la sinceridad?
–Es difícil reconocer qué es sincero y qué es sentimentalismo si no aprendemos a conocernos a nosotros mismos, y a despojarnos de condicionamientos y programas que nos llevan a jugar roles y papeles que no somos realmente. Podemos lograrlo a través del autoconocimiento, de las partes inconscientes, profundas de la mente.
–¿Qué diferencia hay entre sentimientos y emociones?, ¿por qué sufrimos emociones o sentimientos encontrados?
–Las emociones no son lo mismo que los sentimientos; las emociones tienen alta intensidad y poca duración, los sentimientos todo lo contrario. Se nos mezclan los opuestos porque nuestro archivo mental está desordenado, sobrecargado con las experiencias del pasado, y cuando se activa algún suceso presente nos las recuerdan (un suceso puede no ser algo importante, un simple olor puede activar una respuesta emocional), desencadena de manera aleatoria y desordenada emociones de todo tipo.
–¿Cuáles son los tipos de personalidades más afectadas por el desorden o desequilibrio emocional?
–Algunas ejemplos: Las personalidades que tienden al perfeccionismo y que buscan siempre defectos en los demás. Las personalidades muy sacrificadas –que dicen no ser egoístas– y no se dan tiempo para sí mismas; se hacen responsables de cargas ajenas, lo que a la larga genera resentimiento y frustración. La gente extremista, que ve todo en blanco o negro.
Las personas que han sido malcriadas por sus padres y tienen baja tolerancia a la frustración.
La gente más inteligente también suele ser muy vulnerable emotivamente, ya que su mente procesa más información en menor tiempo; también es más sensible y empática.
Emociones sanas
* Fortalecer la voluntad para modificar lo que es perjudicial para nosotros y los demás.
* Disminuir el estrés, producto de la sobreexigencia laboral y la competencia desmedida.
* No permanecer pasivos. Soportar no nos hace más fuertes.
* Replantear nuestros objetivos materiales.
* Ser flexibles, sin ir al extremo.
* Enfocarnos en la felicidad interior.
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