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“Este mundo rocoso es un poco más masivo que la Tierra y es el exoplaneta más cercano a nosotros y también puede ser el planeta más cercano que pueda albergar vida fuera del Sistema Solar”, así anunció hace días el Observatorio Europeo Austral (ESO) el hallazgo de Próxima b.
El exoplaneta, que se encuentra en la zona de habitabilidad, gira en torno a su estrella cada 11 días y tiene una masa de 1,3 veces la terrestre. El cuerpo gira alrededor de Próxima Centauri, una enana roja situada a cuatro años luz de la Tierra
El descubrimiento fue tapa de la prestigiosa revista científica Nature. Entre sus descubridores se encuentra en astrofísico Pedro José Amado González, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, quien habló con ABC Color desde España.
Amado tuvo su licenciatura en la Universidad Complutense de Madrid y su doctorado en la Queen’s University of Belfast. Sus líneas de investigación tienen que ver con instrumentación astronómica, exoplanetas, estructura y evolución estelar, astrosismología y actividad en estrellas frías.
–¿Costó mucho realizar el descubrimiento tras dos años de trabajo?
–Antes de 2005 no existía la instrumentación adecuada para detectar un planeta tan pequeño, orbitando en la zona de habitabilidad de Próxima, incluso estando tan cerca.
Cuando HARPS entró en funcionamiento tuvimos la instrumentación adecuada, pero la forma en que se estaban haciendo las observaciones no era óptima. Pale Red Dot (PRD), colaboración de 31 científicos de 8 países, es un experimento diseñado específicamente para detectar planetas de la masa de la Tierra orbitando nuestra vecina más cercana. El modo de tomar las observaciones no era estándar y costó mucho convencer al ESO de que nos concediera tiempo.
Además, necesitamos coordinar las observaciones con otros observatorios para descartar que la señal fuera debida a otros efectos producidos por la estrella, como la actividad magnética.
–¿En qué consistió su trabajo académico en el grupo de investigación?
-Soy el responsable y coordinador del único grupo español que ha participado en el trabajo del descubrimiento, todos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC).
Soy el co-Investigador Principal del proyecto “Cool Tiny Beats” (CTB), un proyecto más amplio para estudiar enanas rojas, una de las cuales es Próxima Centauri. Este proyecto es el que consiguió tiempo de observación en HARPS.
Nuestro equipo ha participado en la obtención de los datos y su análisis. También hemos contribuido aportando uno de los dos telescopios con los que se obtuvo datos fotométricos fundamentales para descartar falsos positivos. Además, hemos contribuido con fondos de nuestro equipo.
–¿Cómo se halló el resultado?
–Este no fue un descubrimiento de un día para otro. Ya sabíamos de la existencia de una señal en nuestros datos previos de HARPS para el proyecto CTB y otros, aunque no era única y no podíamos descartar que fuera debida a la actividad magnética de la estrella.
Cuando iniciamos la campaña PRD, varios de los investigadores de la colaboración, en particular Guillem Anglada-Escude, que ha liderado el proyecto, iba comprobando que con cada dato adicional, la señal no solo se mantenía sino que aumentaba su significancia y seguía siendo coherente y estando en fase con el resto de los datos.
–¿Cómo se puede verificar la existencia de agua y de vida en Próxima b? ¿Necesitamos contar con nuevos instrumentos?
–Si el planeta transita, cosa que no descartamos pero cuya probabilidad va siendo cada vez menor, ya que no lo vemos en los datos que estamos tomando, el estudio de su atmósfera podría comenzar inmediatamente con telescopios espaciales como el HST y Spitzer o incluso desde Tierra.
Si no transita, tendremos que esperar a la finalización de la construcción de telescopios como el EELT.
–¿Es Próxima b el planeta extrasolar más parecido a nuestra Tierra?
–A día de hoy, así ha sido clasificado según el índice de similitud a nuestra Tierra, que incluye varias características.
–¿Por qué es importante para nuestra especie buscar vida, inteligente o no, en otras partes de nuestra galaxia?
–La curiosidad es una característica de nuestra especie. Necesitamos conocer cómo se generó la vida en nuestro planeta y cómo evolucionó; queremos saber para entender cómo podría hacerlo en otros planetas tanto de nuestro Sistema Solar como de fuera.
También nos preguntamos por qué somos la única especie que tiene conciencia de sí misma y si en el Universo podría haber otras como la nuestra. La astrobiología es una ciencia que lleva muchos años intentando conocer y plantear las bases de la creación de la vida en nuestro planeta y en nuestro Sistema Solar.
–¿Cómo será a partir de ahora la búsqueda de exoplanetas con el modelo de Próxima b?
–Próxima b generará un estándar y mucha información sobre este tipo de exoplanetas por la cercanía a la que se encuentra y, por tanto, por la mayor facilidad de estudio.
Próxima b generará una línea independiente de estudio en el campo de exoplanetas. Sin embargo, el estudio de otros sistemas seguirá siendo importante para conocer cómo se forman planetas alrededor de otro tipo de estrellas y cómo evolucionan.
–¿Tiene Próxima b características más terrícolas que otros explonetas encontrados estos años?
–Honestamente, Próxima b no tiene características más terrícolas que otros hallazgos. Su importancia se basa en que está mucho más cerca y que podremos seguir estudiándolo para saber si esto es así, o sea, si tiene una atmósfera parecida a la Tierra y agua líquida sobre su superficie, cosa que difícilmente podremos conocer de otros exoplanetas.
–Antes de visitar Próxima b, ¿qué debemos investigar previamente?
–Todo lo que podamos sobre él y su estrella. Para empezar, confirmar si el planeta transita o no. Esto daría información sobre su tamaño (radio), lo cual nos permitiría confirmar que es rocoso, y sobre su atmósfera.
–¿Cuál es su postura con respecto al proyecto Starshot, que enviaría naves minúsculas a Alfa Centauri?
–Este es un proyecto realmente excitante que nos permitiría fotografiar por primera vez otras estrellas (alpha Cen A y B y Próxima) y sus planetas de cerca. En 40 o 50 años podríamos confirmar la existencia de otro Pale Blue Dot (otra Tierra) orbitando la estrella mas cercana a nosotros.
–¿Qué otros trabajos están llevando adelante en el Instituto Astrofísico de Andalucía?
–Voy a ser subjetivo y a comentarle que nuestro equipo también ha construido un instrumento único en el mundo, CARMENES, instalado en el telescopio de 3.5m de Calar Alto, Almería, que está optimizado para la detección de exoplanetas templados de tipo terrestre en estrellas enanas rojas.
La astrofísica en España está a la vanguardia internacional en algunos aspectos a pesar de la falta de recursos y financiación que deberíamos tener para poder competir al mismo nivel que el de nuestros colaboradores europeos.
En algunos casos no podemos competir, sobre todo por la falta de apoyo a investigadores jóvenes, y no tanto, que tienen que emigrar a otros países, donde hacen estos descubrimientos y trabajos increíbles.
–En los últimos años, España experimentó una grave crisis económica y financiera que tuvo repercusiones también en su ciencia. ¿Cómo se vio afectada la astrofísica española en este sentido?
–Como todas en otros aspectos, los recursos se vieron recortados de tal manera que la investigación en España se verá complicada durante los próximos años. La falta de apoyo a jóvenes investigadores como la marcha de investigadores con más experiencia a otros países ha hecho mucho daño al sistema.
–¿Cuál es su opinión con respecto a las críticas que aseguran que el dinero destinado a la investigación y desarrollo tecnológico espacial puede ser destinado a problemas comunes de los ciudadanos? Es la misma crítica que se desarrolló con el programa Apollo el siglo pasado.
–Sin el apoyo a la investigación básica, probablemente muchos avances de los que ahora disfruta la sociedad en general no estarían disponible ni se habrían investigado nunca. Como ejemplo, nuestro descubrimiento de Próxima b es investigación básica.
Sin embargo, este descubrimiento impulsará enormemente la investigación para la propulsión y los viajes interestelares que con toda seguridad traerán nuevas comodidades a nuestras sociedades.
Ciencia y comunicación
Para Amado, la astrofísica es una especialidad que necesita de una base importante de conocimiento en físicas y matemáticas. Sin embargo, también se nutre de ella y crece con el conocimiento generado por otras, por lo que no es raro ver a informáticos, químicos o biólogos trabajando en ella.
Las especialidades científicas son una parte importante de nuestra cultura general, para el investigador, por lo que habría que transmitirla de manera sencilla a toda la sociedad, pues esta sustenta económicamente las investigaciones.
equintana@abc.com.py