En el comunicado, que lleva la firma del director de SNAP, David Clohessy, se afirma que hace una década, el Servicio de Noticias Católicas reportó que hay declaraciones y documentos legales que señalan que tres alumnos fueron acariciados sexualmente o durmieron con el cura Urrutigoity cuando eran menores.
SNAP considera que la Iglesia Católica se niega a controlar a sus “curas predadores” y que no ha tratado de tomar medidas en este caso. “Ellos (la jerarquía) son capaces de suspender, tomar medidas disciplinarias y expulsar (a Urrutigoity), pero le faltan la intención y el coraje de tomar un paso tan simple y postergado para impedir que siga lastimando a otros”, dice la nota de Clohessy.