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El trabajo es intenso sobre esta arteria que lleva al puerto de Ita Enramada y en sus calles paralelas, pero lo llamativo del caso es que esas mejoras llegan solo hasta el límite de Lambaré, quedando Valle Ybaté con sus empedrados en mal estado y numerosas pérdidas de caños rotos que le dan un patético panorama.
Por esta zona de la vecina ciudad pasa el arroyo Leandro Sosa, en cuyo cauce desemboca la cloaca de Asunción; sin embargo, ninguno de los vecinos del cauce y de su cuenca, que deben soportar el hedor de la mierda, están conectados a la red cloacal, cuando que hasta gratis deberían recibir ese servicio en compensación, pero son los que soportan la insalubridad.
La falta de desagüe cloacal es la excusa que ponen las autoridades municipales de Lambaré para no llegar con el asfaltado, por ejemplo, a las calles Yataity Corá, 22 de Setiembre, Palacio de López, Curupayty, Amistad y San Bernardo, entre otras. Ni las cuadrillas municipales pasan por esta zona para despejar de malezas los maltrechos empedrados. El clamor de los vecinos es la conexión de sus casas al sistema cloacal y posteriormente que el asfaltado pase por sus calles.
Actualmente, hay un gran contraste; yendo por Gral. Santos y las siguientes dos cuadras paralelas, el progreso está la vista. Al otro lado, la zona del Lambaré, la realidad es deprimente.