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El grupo Liebig’s considera la expropiación de las 14.404 hectáreas como un atropello a la propiedad privada, y considera que por la manera en que se hizo, los parlamentarios están creando un territorio muy peligroso, un escenario delicado, que hasta puede atentar contra el sistema democrático, porque el grupo beneficiado –aseguran– forma parte de la izquierda radical que dio origen al partido Patria Libre, cuya cúpula dio origen al EPP.
Según Guggiari, el propio Poder Legislativo está violando sus leyes y genera muchas sospechas. Agregó que esta campaña de apropiación viene de una ONG, defensora de Patria Libre; de organismos internacionales y de los congresistas que se dejan presionar. “Atenta contra el orden democrático y tarde o temprano atentará contra el Ejecutivo”, resaltó.
El grupo inversionista se mostró extrañado por la celeridad de la expropiación. Ni siquiera hubo el debido proceso y el caso no pasó por las comisiones que deberían estudiar el caso.
Guggiari fue categórico en expresar que nunca fueron convocados ni consultados por el Congreso. “Jamás nos convocaron. Los parlamentarios nunca fueron a ver la propiedad. Una vez estuvieron los del Frente Guasu, pero para recordar el primer año de la invasión. Ellos estuvieron allí para reivindicar la invasión”, indicó.
Guggiari calificó de peligroso el apoyo que se ha dado a los indígenas por ser justamente los fundadores de Patria Libre. “Con esta expropiación rompieron la Ley de Adecuación Fiscal que es una ley para ordenar las cosas. A nuestro modo de ver es un ataque directo a la propiedad privada, siguiendo el manual de operaciones de este sistema izquierdista de atacar la propiedad privada, la producción, la tecnología que se implementa; atacar a las instituciones y utilizar a los derechos humanos para un fin político”, apuntó.
Según el empresario, para los indígenas no es nada gastar millones de dólares para 60 personas. Explicó que solo un fiscal se interesó en este tema, porque ningún parlamentario estuvo en el lugar para ver cuántos viven allí. Agregó que esa carpeta fiscal nunca fue solicitada por los parlamentarios. Lamentó el tono del desarrollo de la sesión de Diputados del pasado miércoles. Al respecto, afirmó que fue bochornoso porque se acusaban mutuamente de que corrían distintos tipos de incentivos.
Guggiari dijo que las tierras expropiadas son pasturas artificiales, con establecimientos pecuarios. “A mí me llama la atención que los indígenas no acepten la estancia Pedernal. No aceptan por capricho y el capricho no es derecho. Allí hay colegio, centro de salud, casas, sistema de explotación montado. Está sobre río. Tiene agua potable. En la estancia que expropiaron hay agua, pero hay tajamares para animales”, indicó. Volvió a insistir en que ningún diputado tuvo la honestidad de hablar de esos temas; simplemente dijeron que se sentían presionados.
Guggiari dijo que la sentencia de la Corte Interamericana afirma que el derecho ancestral no está por encima de la propiedad privada, ni la propiedad privada sobre el derecho ancestral. Pide que se estudie bien el caso y si se da la posibilidad habla de las tierras alternativas. “Allí está el caso de la comunidad Yakye Axa que aceptó la reubicación y se solucionó el problema”, apuntó.