La feligresía católica pide la beatificación del padre Julio

En el día de la recordación de los 74 años de la muerte del saderdote Julio César Duarte Ortellado, todos los obispos del Paraguay y una multitud de feligreses católicos peregrinaron a Ybycuí para pedir por la beatificación del religioso caazapeño.

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YBYCUÍ (Aldo Lezcano, corresponsal). En esta ciudad del departamento de Paraguarí, ubicada a 120 kilómetros de Asunción, todos los obispos del Paraguay, numerosos sacerdotes y una multitud de fieles de diferentes lugares realizaron una gran peregrinación. Para la ceremonia central estuvo colmada la gran explanada de la iglesia San José, donde imploraron por la pronta beatificación del sacerdote Duarte Ortellado.

Mons. Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, tuvo a su cargo la ceremonia principal. Resaltó la vida de apostolado y la vocación que vivió intensamente el citado ciervo de Dios y expresó que muchos milagros suyos ya fueron atestiguados. 

Agregó que el padre Duarte Ortellado indudablemente es el modelo de religioso que necesita la humanidad. Insistió a ser partícipes mediante oraciones para que el referido clérigo alcance el honor de los altares. 

Con relación al gran homenaje realizado ayer en nombre del eclesiástico Duarte Ortellado, y que fue organizado por el grupo “Hermandad de Padre Julio”, dijo que tal magnitud solamente lo puede lograr un padre santo.

Tras la participación de Valenzuela, el sacerdote Carlos A. Heyn, un estudioso investigador de la vida y milagros posteriores del religioso Julio y que ya plasmó en libros, contó algunos pasajes del hombre que vivió intensamente el cristianismo, dedicándose de lleno al desarrollo espiritual y material (construyó, iglesias, escuelas, hospitales).

Explicó que tuvo gran predilección hacia los más humildes. “Fue un padre de aldea, de vida ejemplar y de servicio total a Dios y a los hermanos, particularmente a los más pobres y necesitados; un generoso y un prudente confesor”, dijo Heyn. 

Recordó que el padre Julio nació en Caazapá el 12 de abril de 1906, en una familia rica en bienes pero más aún en la laboriosidad y la caridad. Fue su hermano el doctor Pedro Duarte, el primer ministro de Salud del Paraguay. Julio fue ordenado sacerdote por el papa Pío X el 27 de octubre de 1929. Realizó su primera misa sobre la tumba de San Pedro.

Falleció a los 37 años el 4 de julio de 1943. “Sus restos fueron traídos 189 años después nuevamente a la iglesia de Ybycuí”, señaló Heyn. 

El buen tiempo y el asueto en la ciudad fueron fundamentales para la gran participación de ayer en el acto. Los devotos del padre Julio de diferentes lugares se reunieron ayer con los anfitriones en el hospital local, que lleva el nombre del religioso. La peregrinación con cánticos y oraciones prosiguió por las arterias principales donde en diferentes puntos presentaron alegorías de la vida del padre Julio, en representación de las parroquias de Quyquyhó, Mbuyapey y Ybycuí.

En la cruz mayor ubicada al costado del Colegio Niño Jesús, frente de la iglesia San José, representaron la subida de Julio al encuentro de Dios.

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