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“Deseamos que el Santo Padre nos traiga la paz y la justicia que necesitamos. Que fortalezca la fe de mucha gente que a once años de lo sucedido tiene aún heridas sin cerrar. Todos los días hacemos lobby en Hacienda para que se libere el presupuesto y acelerar la licitación para construir el Centro de Memoria”, dijo Rubén Rojas Sánchez.
Añadió que el Papa hará una parada en el Memorial antes de ir al aeropuerto, para volar de regreso a Italia. Allí orará y bendecirá el sitio. Lamentablemente, por la burocracia y por razones políticas –dice Rojas– no podrá dar la palada inicial de la construcción del “Centro de la Memoria”, que se erigirá en el predio donde ocurrió la tragedia. Este ya fue expropiado por el Estado y es administrado por la Secretaría Nacional de Cultura.
“El apoyo espiritual y las oraciones del Papa serán beneficiosos para que los poderes del Estado puedan trabajar a favor del pueblo”, dijo Rojas. Lamentó también la desidia gubernamental para comenzar el derrumbe del local del súper, al que denominó “símbolo de la muerte”. “Hay que llamar a un concurso de ideas dirigido a arquitectos paraguayos y extranjeros. Y que el Papa bendiga por lo menos la maqueta de la futura obra a ser construida. Para ello, la Cámara de Diputados y el Ministerio de Hacienda deben liberar la totalidad de los 8.000 millones de guaraníes para la construcción”, indicó. Rojas recordó que el 1 de agosto de 2004 perdieron la vida en un incendio unas 400 personas y hubo un número similar de heridos.
Él perdió a su sobrina, a quien quería como a su propia hija, la cajera Ofelia Noemí Giménez Rojas, de 18 años, quien falleció en el incendio sin abandonar su puesto de trabajo.