Cargando...
El templo de la parroquia de La Encarnación tuvo anteayer la ilustre visita del prefecto para la Congregación del Clero, cardenal Beniamino Stella, quien acudió al lugar para bendecir el local donde funcionará un museo que albergará los objetos que utilizó el papa Francisco cuando estuvo en Paraguay, los días 10, 11 y 12 de julio de 2015. El caserón está al costado de la histórica iglesia ubicada en Haedo y 14 de Mayo.
Stella dijo que valoró el museo y agregó que el lugar siempre conmemorará la visita de Francisco a estas tierras. Además invitará a los paraguayos a vivir en paz, alegría y misericordia.
Una vez que procedió a la bendición del museo, Stella, acompañado del párroco Ángel Arévalo, el nuncio Eliseo Ariotti y los obispos del Paraguay decidieron entrar al templo, y a los sones del órgano de tubos, recorrieron el interior.
La estructura de La Encarnación resalta a la vista. Los grandes pilares parecen unir la tierra con el cielo. Obligan elevar la mirada y es entonces cuando la decepción salta a la vista. El cielo raso del techo y de la bóveda siguen en total estado de abandono, ajados por una desidia inexplicable.
El cardenal Stella seguía recorriendo y cuando conversó con los periodistas, ABC Color le preguntó qué opinaba del templo y no dudó en reconocer su belleza, pero al mismo tiempo hizo notar que “hay que poner una platita, porque le falta una pinturita”.
El párroco Arévalo le aclaró que la parroquia no tiene la capacidad económica para restaurarlo y le explicó que es patrimonio histórico y es el Gobierno el encargado de restaurarlo.
Ayer, el sacerdote valoró la preocupación del cardenal Stella y explicó que fue destinado a la parroquia de La Encarnación hace siete años con la misión de convencer a las autoridades nacionales de la necesidad de restaurar el histórico edificio. Se hicieron trabajos a medias y nunca una refacción completa.
Comentó que la prioridad es cambiar el cableado, la iluminación y pintar todo el interior. Arévalos conversó del tema con el ministro de Obras Públicas, Ramón Giménez Gaona, en febrero último, pero no hay respuesta. El sacerdote dijo que desea lo mejor para este edificio porque es de una belleza única, además figura como atractivo turístico y no puede seguir abandonado. A su criterio, con unos 500.000 dólares y La Encarnación volverá lucir radiante.
La colocación de la piedra fundamental de este templo fue el 27 de agosto de 1893. En 1912, por diversos motivos, principalmente la falta de recursos económicos, las obras se paralizaron, dejando la iglesia inconclusa.