Japoneses destinan tiempo a obras sociales en Bahía Negra

Maravillados por la naturaleza y la integración que tuvieron con niños y jóvenes de Bahía Negra, doce universitarios japoneses culminaron una misión de asistencia social en el Alto Paraguay. Los visitantes aprovecharon la presencia en el lugar para pintar una escuela y participar de dinámicas con los alumnos. Plasmarán estas experiencias en sus tesis universitarias.

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Esta iniciativa de visitar el Chaco para compartir la cultura y ayudar en obras sociales se realiza desde hace 15 años. En esta ocasión fueron doce los universitarios que decidieron venir al Paraguay, a través de la Fundación para el Desarrollo Sustentable en las Américas del Norte y del Sur.

Los orientales utilizaron parte de sus vacaciones para esta integración y una vez en el Japón describirán sus experiencias en trabajos prácticos y tesis académicas, según comentaron.

En Bahía Negra los universitarios pintaron aulas y muebles de la escuela y colegio Teniente Adolfo Rojas Silva. En la tarea estuvieron acompañados por los jóvenes compatriotas. Los visitantes se encargaron de proveer los insumos y el trabajo concluyó en cuatro días.

Integración

En nuestra redacción cada uno de ellos relató los momentos y situaciones que compartieron con los indígenas y en nuestro país en general. Mitani Erico valoró la integración porque hubo una ayuda mutua. Comentó que tuvieron que recurrir a señas y gestos para entenderse, pero que, por encima de esa dificultad, la voluntad hacía fácil el trabajo, el contacto y el entendimiento. Jugaron con los chicos y les enseñaron manualidades.

Potencial turístico

Tosa Yoshita es otro de los universitarios que estuvieron en Bahía Negra. A su criterio, esa región del Paraguay tiene un gran potencial turístico. Agregó que cuando esté en Japón será el primer promotor de esa belleza del Chaco. De los pobladores dijo que son muy cariñosos, hospitalarios, virtudes que deben ser promocionadas.

“Poca gente conoce el Paraguay y ojalá que el trabajo que realizaré ayude a promocionar el turismo. Aquí se come muy bien. Hay mucha carne, además me gustó la chipa”, resaltó.

Tamura Kinobu dijo que vio mucha naturaleza, animales silvestres y una maravillosa gente que le abrió sus brazos durante la estadía. “Envidio a esos pobladores porque crecen en armonía con la naturaleza. Los niños tienen un corazón puro, que se nota en el trato con los mismos”, apuntó.

Educación

Funio Oda, en cambio, dijo que antes de venir al Paraguay se enteró de su realidad y encontró que no estaba bien en educación.

“Esa situación me llama la atención. Un país chico con pocos habitantes no debería tener esos problemas. Aquí todos deben unirse y delinear una educación de calidad para sacar al país adelante”, remarcó.

El vicepresidente de la Fundación para el Desarrollo Sustentable en las Américas, Shigeyuki Nakai, resaltó el interés de los universitarios en conocer el Paraguay, y expresó que, a su criterio, se llevaron las mejores impresiones de la naturaleza y de la cordialidad de los paraguayos.

Estuvieron también por Puerto Esperanza, donde participaron de jornadas recreativas con los jóvenes de la comunidad, y antes de retornar al Japón estuvieron por Asunción y las Cataratas del Yguazú.

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