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Dijeron que se dedican a fabricar artesanía y al malabarismo. Este último lo hacen en las esquinas donde hay semáforos. Cuando le preguntamos si tienen algún permiso de la Municipalidad para acampar en la plaza, respondieron que se instalaron allí porque no encontraron otro sitio.
“No sabíamos que está prohibido acampar en este lugar. No encontramos otro sitio donde quedarnos. Seguramente vamos a buscar otro lugar donde podamos quedarnos”, expresó uno de los acampados.
Los visitantes, que se identificaron como Julián, Paul, Carlos, Nicolás, Wilper y Andrés, tienen entre 26 y 36 años.
Ni siquiera saben adónde irán después y tampoco el tiempo que permanecerán en nuestra capital.
Uno de ellos realiza la travesía en una vieja bicicleta, y los demás lo hacen “a dedo” porque no cuentan con dinero para el pasaje en bus. Ni siquiera tienen para comprarse la comida.
Preguntaron si teníamos en la ciudad algún lugar donde las personas indigentes pueden comer gratis. Ante la respuesta negativa, pidieron a la periodista un poco de dinero para poder alimentarse.
La Municipalidad no controla
En la Comuna capitalina consultamos si tienen algún sistema de control acerca de la ocupación de espacios públicos, pero no obtuvimos respuesta. Pese a la gran cantidad de funcionarios que tiene la institución, ni siquiera dispone el control de estos espacios, donde cualquiera se puede ir a instalar sin ningún problema.
Los contribuyentes son quienes suelen alertan a los medios de comunicación en el caso de ocupaciones ilegales de espacios públicos o de cualquier otra irregularidad que ocurre alrededor de su vivienda o en su barrio.