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Barros planteó que en muchas parroquias del continente los hijos van a la catequesis, pero no encuentran en los padres el conocimiento que pueda responder a sus inquietudes. Reconoció que son los progenitores quienes les inician en la fe, pero ese proceso es muy pobre por su poca formación doctrinal.
Unas 1.000 personas culminaron el Primer Congreso Internacional de Catequesis que comenzó el sábado en el Seminario Metropolitano. Entre los expositores estuvieron igualmente sacerdotes y laicos de México, Brasil, Chile y Paraguay. El acto de clausura de ayer contó con la participación del arzobispo metropolitano de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela.
Barros planteó a los presentes la elaboración de textos para que los padres y los hijos crezcan en la fe, solo así los primeros tendrán más posibilidades de responder las inquietudes de los niños en su deseo de saber más de Dios.
Explicó que si el papá conoce poco no podrá transmitir la fe, por eso es necesario insistir en la catequesis familiar.
Durante el evento, el padre Bernardo Torales de Paraguay informó de las nuevas orientaciones tomadas en un encuentro continental de comisiones de catequesis que se realizó en Bogotá, Colombia, donde se planteó una formación al servicio permanente de jóvenes y adultos, así como la catequesis y la educación religiosa de los niños y adolescentes en las parroquias y las escuelas. También se habló de la necesidad de la formación del catequista.
Durante este evento la Arquidiócesis de Asunción presentó materiales que utilizarán en la catequesis de adultos, para responder a los desafíos de formarle mejor para que la trasmisión de la fe sea de mayor calidad. Ayer el salón Benedicto XVI quedó chico y se tuvo que habilitar otro salón para donde se siguieron las charlas a través de audiovisuales.