Iglesia invita a la conversión en el inicio de la Cuaresma

Los católicos inician hoy el tiempo litúrgico de la Cuaresma, que invita a la oración, la conversión y la práctica de la solidaridad con los más necesitados. Es día de ayuno y abstinencia de consumo de carne. En la Catedral Metropolitana habrá misa e imposición de ceniza a las 6:15; 11:00 y 19:00.

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El arzobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, presidirá la misa de las 11:00, mientras que las otras celebraciones estarán a cargo del párroco de la Catedral Metropolitana, Pbro. Óscar González.

La Cuaresma es un tiempo penitencial, de cuarenta días de preparación a la Pascua del Señor, de su paso de la muerte a la resurrección.

El miércoles de ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia de carne. La abstinencia obligatoria es para los mayores de 14 años. Los adultos que superen los 60 años tienen la libertad de hacerlo o no. Estas prácticas también se pueden reemplazar con gestos de solidaridad con el necesitado, por ejemplo compartiendo el pan o visitando al enfermo.

La bendición y la imposición de las cenizas pueden hacerse sin misa. En este caso se celebra la liturgia de la palabra con la antífona de entrada, la oración colecta y las lecturas como en la misa. Después de la homilía se bendicen e imponen las cenizas y se termina el rito con la oración universal (oración de los fieles).

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Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos expresiones, alternativamente: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio” (Cf Mc 1,15) y “Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver” (Cf Gén 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien la caducidad, la conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de vida que Cristo quiere comunicar con su pascua.

Historia

En el Antiguo Testamento se relata que los pecadores e inclusive comunidades enteras en señal de conversión se bañaban con la ceniza para desprenderse del pecado y recuperar la amistad de Dios.

La Iglesia invita a practicar la oración hecha de corazón; el ayuno consistente en privarse de cosas y entretenimientos y la limosna, privarse de algo para compartir con los más pobres.

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