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El funcionamiento de este centro educativo forma parte del programa del protección e inclusión social, dentro del Plan Nacional de Desarrollo Integral de la Primera Infancia, que ya atendió desde el 2014 a más de 30 madres con sus respectivos hijos.
“Esta es otra tarea loable en beneficio de los sectores más vulnerables, como también ocurre con las aulas hospitalarias, que brindan enseñanza en los hospitales donde se encuentran internados muchos estudiantes, y para que estos no pierdan el año escolar, la escuela va a ellos”, indicó el ministro de Educación, Enrique Riera.
Además de la habilitación de este centro en la cárcel de mujeres, junto con el apoyo del Ministerio de Justicia, se han realizado 19 talleres de capacitación para las madres del sector, utilizando las Guías Didácticas “Los mil primeros días en la vida del niño y la niña”.
También se han articulado convenios con universidades privadas para el desarrollo de prácticas y pasantías de las carreras de Psicología, Psicomotricidad, Derecho y Educación Inicial en la cárcel, y por autogestión de las internas este año se realizaron actividades de promoción de la salud y recreativas.
En el país existe un total de 22 centros de privación de libertad y en el 100% de ellos se implementa el programa de educación básica bilingüe en contexto de encierro en el que están matriculados más de 2.180 reclusos jóvenes y adultos, y unos 250 están inscriptos en el programa de educación media que se imparte en 7 centros.