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Hace poco los sindicalistas denunciaron que por lo menos unos 500 reclamos por día dejan de atender, en el caso de las tuberías rotas de su sistema de distribución de agua potable. Argumentaron la falta de maquinarias y materiales para atender las quejas.
La misma situación se presenta en el caso de su red de alcantarillado sanitario. El problema es más grave aún porque los registros cloacales instalados en los empedrados y asfaltos se hunden poniendo en peligro a la gente que circula por el sitio. En la calle Carlos Centurión y avenida Fernando de la Mora, pérdidas de aguas residuales molesta a los vecinos.
Uno de los viejos reclamos hasta ahora no atendidos afecta, por ejemplo, a la calle Abdón Palacios casi Pizzarro (B° Republicano). A principios de junio los vecinos denunciaron el enorme pozo que se formó en medio del calle empedrada (n° de reclamo 337.627). En cada reiteración los funcionarios prometen ir en la semana y nunca van. Ni siquiera se acercaron para verificar el estado del registro cloacal.
En 2015 la estatal anunciaba una reingeniería de los más de 350 registros que tiene, para evitar su hundimiento. Apenas unos 120 reestructuró. Inclusive los nuevos están comenzando a destruirse.