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Los despedidos dicen que fueron echados sin justa causa y destacan que “una institución que fuera emblemática y señera en la defensa de los derechos humanos, ahora se constituye en violadora de los derechos humanos fundamentales, como es el derecho al trabajo”.
Agregan que están en la calle desde el mes de enero de este año, “sin mediar ningún tipo de aviso o preaviso y sin reconocer los derechos laborales de personas que en su mayoría trabajamos casi toda la vida para que los objetivos institucionales sean alcanzados, en pro de la mejora de las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad”.
Llama poderosamente la atención –agrega la nota– que los actuales representantes del Cipae están recurriendo a cualquier tipo de artimañas jurídicas para evitar reconocer los derechos de trabajadores, derechos que con esfuerzo y dedicación contribuyeron en consolidar el trabajo y el prestigio de la institución, agrega.
Firman: Digno Brítez Jorge Dávalos, Carlos Peralta, Daniel Torrado, Tania Godoy, Carlos Lugo, Édgar Vázquez, Ramón Fango y Wilfrido García.