Tentado por una propuesta de ganar G. 10 millones por llevar una carga de marihuana a la Argentina, Martínez se lanzó a la aventura con la idea de brindar un mejor pasar a su familia. Pero estaba equivocado. “En mi primer viaje ya caí”, lamenta.
Arrepentido de su infortunada decisión, pero decidido a hacer bien las cosas, reinició su negocio, ahora en una celda de Emboscada. Invirtió más de 1 millón para equiparla y ya recuperó su inversión.