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La acusación presentada por el fiscal anticorrupción Luis Piñánez revela que ambos habrían estafado a particulares y empresas, a través de la empresa Arizona SA. La Financiera Río fue perjudicada en G. 55 millones, mientras que Cinthia Casco quedó con un perjuicio de G. 100 millones.
La fiscalía también los acusa de haber falsificado la firma de la empleada doméstica de Mirtha, Nilda Pavón, para hacerla figurar como directiva de la firma. La esposa de González, María Cristina Bobadilla, está acusada como cómplice. Los tres procesados se abstuvieron de declarar.