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De acuerdo con el informe al que tuvo acceso ABC Color y que data del 22 de junio, la posición del guardia privado Julián Erenio Benítez Ojeda, imputado y preso por homicidio doloso, fue de entre medio metro y 1 metro de la ubicación del conductor del automóvil Hyundai, tipo i10 de color blanco y con chapa N° BTB-062, cuyo vidrio posterior revela un orificio de entrada de bala.
“Se procede a la determinación de la posición del tirador con base en el análisis de correspondencia de trayectoria del proyectil del automóvil, del ángulo de tiro de arma, concluyendo cuanto sigue: El ángulo de tiro del arma en el momento del disparo corresponde a 11° de arriba para abajo, en línea con la trayectoria del proyectil en el automóvil a una distancia aproximada de 0,50 a 1 metro de la ubicación del orificio de entrada en la luneta del mismo, siendo el arma utilizada para el disparo el revólver calibre .38 Special, marca Taurus, serie QK585708, según el informe balístico”, refiere el informe realizado por el oficial inspector de la Policía Nacional David Cantero.
En otro punto, se indica que la trayectoria del proyectil fue de atrás para adelante, perpendicular a la estructura posterior del automóvil y con la línea horizontal, con orientación descendente (de arriba hacia abajo).
Esta prueba contradice la versión de Benítez y del coimputado Óscar Blanco. Este último dijo que el primero sufrió una caída por atropello de la víctima durante la persecución, pero el disparo no fue desde el suelo.
La médica forense Alba Torrasca determinó que la víctima recibió el proyectil en la región mandibular, específicamente en el maxilar inferior izquierdo, con orificio de entrada del proyectil en la región de la nuca lado derecho, atravesando en dirección perpendicular de abajo hacia arriba y de derecha a izquierda, perforando el eje del tronco cerebral seccionándolo. El proyectil quedó alojado en el maxilar inferior, perforándolo, con un orificio de aproximadamente 2 centímetros de diámetro.
Persecución fatal
La persecución fatal ocurrió el 15 de junio de este año en la vía pública, en la calle Epopeya Nacional casi Barranco del Río Paraguay, zona del Botánico. Fue tras un pedido de auxilio que hizo la hermana de Mauricio a uno de los propietarios de Protek, Luis Fernando Fretes Schinini, para el rastreo de su vehículo porque la víctima estaba teniendo una crisis y recayó en drogas. Uno de los guardias imputados, Óscar Tomás Blanco, dijo que la denuncia fue de “robo de vehículo” y que, extrañamente, no se informó a la policía como en todos los casos.