Maternidad precoz y delincuencia

Ella tiene 15 años. No tuvo fiesta ni viaje a Disney. A cambio, tiene la responsabilidad de criar a una beba que no tiene un año aún, con la que ahora pide moneditas en las zona de las avenidas Perón y Félix Bogado.

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Esta adolescente, al igual que sus hermanos, hace años cambió los juegos de la infancia por la dura vida de mendigar en la calle.

Su vida escolar ha sido truncada y en las condiciones actuales, es muy poco probable que la retome.

El guardia de seguridad Adan Figueredo, quien trabaja en un comercio de la zona hace casi tres años, la conoció cuando trabajaba en una discoteca de la zona de barrio Obrero.

“Anteriormente le veía, desde que tenía 11, 12 años; frecuentaba la disco, fumaba, dejó hace tiempo la escuela. Ahora tiene quince y un bebé en brazos, está por cumplir un año”, comentó.

Figueredo resaltó que la joven madre no es la única que ha visto crecer en la misma esquina. En idéntica situación están las hermanas de la adolescentes y otros chicos –todos menores– e incluso hay uno que ha incursionado en la delincuencia.

De mendigo a carterista

“Hay otro que tampoco va más a la escuela. Antes vendía caramelos, ahora hace malabarismos pero a cada tanto le roba a alguien y corre hacia Cateura. Desaparece unos días y luego vuelve”, comentó.

El trabajador indicó que son unos diez los chicos que recorren la zona y que tanto él como otros vecinos han llamado en más de una oportunidad para pedir a las autoridades que tomen alguna medida.

“Justamente en el día mundial contra el trabajo infantil (12 de junio) todo era festejo, actos de aquí para allá pero ¿qué se hace al respecto? Al día siguiente, estaban acá con el frío y la llovizna, descalzos unos, otros con zapatillita. Súper triste es”, expresó.

“Si a las autoridades le sirve de algo lo que estoy diciendo, que se ayude a esas criaturas, que se le haga un albergue, no sé, que se haga algo”, acotó Figueredo.

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